Para empezar se ha reducido a la mitad la cantidad de nieve necesaria para mantener abierto y en perfectas condiciones, su half-pipe. Esta instalación tiene su propia nieve artificial, lo que le permite abrir antes y cerrar casi al mismo tiempo que la temporada. Pero esta temporada se ha rediseñado de tal manera, que en lugar de tener que fabricar 30.000 metros cúbicos de nieve, se harán 15.000, gracias a un rediseño de los innivadores, más modernos y con nuevo software.
Otro de las grandes atracciones que está teniendo un éxito mayor de lo esperado, es su bobsleigh, que abre desde el 12 de diciembre al 20 de Marzo. Para hacer uso de las instalaciones te montas en el llamado Taxi-Bob, bautizado así porque en realidad es un corredor profesional el que lo pilota. Esto permite al turista vivir realmente la sensación de velocidad que se toma en una competición. Dado el éxito, el año pasado se inauguró el Bob-Raft, más lento. Para la refrigeración líquida que mantiene el tobogán helado, se ha sustituido el amoníaco por agua tratada con glycol. Tiene un coste más alto, pero permite abrir más semanas, al mismo tiempo que se usa un sistema amigable con el medioambiente.
Por último, su Ice Tower, inaugurada hace cinco años en Champagny le Haut, se ha trasladado este año a la orilla del río, cerca del camping, donde se puede integrar en el ecosistema. Esta instalación permite practicar la escalada en hielo.