Han pasado ya 60 años desde sus inicios, y ahora busca reposicionarse en el mercado, para lo cual ha hecho una gran inversión. Por ejemplo, se está construyendo un bulevar con los servicios de "pueblo de montaña", según cuenta el esquiador y encargado del centro, Francisco Cortés. Agrega que se implementó un mirador "en una zona que antes estaba enrejada", punto que se ha convertido en un sector de encuentro de los visitantes y "le ha dado más vida al lugar".
Los esfuerzos por reflotar el lugar también vienen de la Municipalidad de Lo Barnechea. Según cuentan, existen planes a corto y largo plazo para mejorar el sitio. Una de las iniciativas es mejorar las vías de acceso y hacer que la cordillera sea accesible a todos los santiaguinos, según el alcalde, Felipe Guevara. Además, se busca crear una "oferta turística accequible para todo público".
Los mayores cambios en Farellones se están dando en las pistas, donde se ha invertido e implementado en nuevos remontes. Además, hay un tubbing especial para los que no se atreven a esquiar o para quienes andan con niños muy pequeños. También hay un snowpark y un boarder-cross, con giros y saltos. A ello se suma la implementación de una escuela de esquí. "Contamos con todos los servicios de un centro de esquí grande, pero en chico", resume el encargado del recinto.
Cortés adelanta que esta es la primera vez que el centro se mantendrá abierto durante todo el año. El Montañés funcionará todo el verano, época para la cual está planeado un parque aventura. Por ejemplo, el tubbing se habilitará con pasto artificial, mientas, en las pistas se podrá practicar mountainbike, y las bicicletas se podrán subir en los remontes.
Además, se buscará destacar la conveniencia económica del centro, cuyos tickets ($ 7.000 y $ 9.000, semana y fin de semana, respectivamente) son hasta $ 20 mil menos que en los otros centros. Las pistas de Farellones suman actualmente unos 15 kilómetros de trazados marcados, y se encuentran a 36 kilómetros de Santiago de Chile, capital del país.