El largo invierno empieza a pasar factura al Pirineo. La euforia con que fueron recibidas las primeras nieves (e incluso las segundas) se ha desvanecido casi cuatro meses después. El monumental temporal de esta semana, que ha dejado más de un metro de nieve en las cotas más altas, ha sido la gota que ha colmado las expectativas y la paciencia de muchos habitantes del Pirineo. "Esto se está haciendo ya demasiado largo", clamaban ayer algunos, hartos del mal tiempo. A las estaciones de esquí, que a priori parece que tendrían que estar encantadas con semejantes volúmenes de nieve, la situación empieza a costarles cara.
 |
En el otro extremo del Pirineo catalán, en el valle de Camprodon, el descenso de turistas ha sido también uno de los primeros efectos de las reiteradas nevadas. Lo confirmaba ayer Ángel Caballero, que recorre la zona con su furgoneta de reparto. "De momento --dijo--, no he tenido ningún percance grave y he podido hacer la ruta todos los días. Pero cuando el tiempo es tan malo, se nota que bajan los pedidos, porque los autobuses de turistas no pueden llegar hasta estos pueblos", explicó.
Anticiclón
Todas las esperanzas están puestas en un cambio de tiempo, en la llegada de algún (aunque sea breve) anticiclón, que anime a la gente a subir al Pirineo. "Ahora nos asustamos en seguida; en cuanto vemos que la tele pronostica mal tiempo, optamos por quedarnos en casa. Posiblemente, la crisis económica también contribuye a ello", se lamentó Josep Canut, de la sidrería Casa Pau de Arties (Vall d'Aran). "Yo me he encontrado con que las reservas del restaurante para un sábado por la noche bajaban de un 60% a apenas un 10% después de que dieran por televisión el parte meteorológico", relató a modo de anécdota.
Voladuras controladas
Las estaciones de esquí, entre ellas Baqueira-Beret, empezaron ya ayer a provocar avalanchas controladas de nieve, a fin de evitar accidentes. La operación se lleva a cabo con la ayuda de un helicóptero que dispara una carga de oxígeno e hidrógeno.
"La verdad es que estamos ya un poco cansados de tanta nieve", observó, por su parte, Olga Besolí, una joven madre de Vielha, que tiene que coger el coche cada día para ir a trabajar al Museu de la Neu de Unha. El mal estado de las carreteras locales en caso de precipitaciones es otro de los inconvenientes que peor llevan los vecinos afectados. En el Vall d'Aran, desde finales de octubre, se han vivido un total de 38 días de nevada, algunas de ellas francamente intensas (aunque ninguna como la de esta semana).Las estaciones de esquí, entre ellas Baqueira-Beret, empezaron ya ayer a provocar avalanchas controladas de nieve, a fin de evitar accidentes. La operación se lleva a cabo con la ayuda de un helicóptero que dispara una carga de oxígeno e hidrógeno.
La estación de Baqueira Beret, que ya habla de una temporada histórica, ha acumulado hasta 9,49 metros de nieve en la cota 2.500, una cifra solo superada en dos ocasiones.
apoya el esqui fuera pista y el freeride,y promociona orgullosa el caracter deportivo de la estacion (aunque las pistas sean más orientadas al esquiador intermedio que al experto). Y pagas ¡ 49 euros!! (precio máximo,) por esquiar en los 350 kms del dominio Engadin