Los Ski Patrol la rescataron de no muy lejos de la cota mas alta del telesilla, y los médicos se apresuraron en trasladarla en helicóptero hasta el hospital. La niña no sufrió ningúna herida de gravedad mas que el susto, y lo único que temía es de si la iban a pinchar en el centro médico. La instalación invernal declinó hacer comentarios a ningún medio de comunicación, porque afirma que los accidentes se quedan entre la familia y la estación.
El problema es que en Estados Unidos es frecuente que estaciones de esquí se encuentren con sistemas de seguridad precarios, consistente en apenas una cadenita que trata de impedir que la gente no caiga. Pero es que hay otras instalaciones, sobretodo las situadas en el medio-oeste (Sunburst Ski Area es otra de ellas), que ni siquiera cuentan con esa seguridad, y los pasajeros se montan sin ningún tipo de barra. A pie de pista algunos esquiadores relataban a los medios que se habían trasladado hasta Wilmot, que siguen sufriendo cada vez que su familia sube en una de esas sillas.
Las estaciones afirman que se limitan a cumplir el reglamento (de cuando no habían elementos de seguridad en los remontes) y que los telesillas están bien mantenidos.