A más de 2.000 metros de altura, en Llac Redó, se registraban hasta 53 centímetros de nieve acumulada sobre las siete de la tarde de ayer, la cifra más alta de toda la demarcación por aquellas horas. Las pistas de Boí-Taüll también fueron una de las zonas donde más nieve se acumuló. En las cotas bajas de esta estación de esquí se registraron 30 centímetros de nieve (a unos 1.800 metros de altura), mientras que en las cotas altas (a 2.300 metros de altura) se acumulan más de 50 centímetros. En la Bonaigua, a 2.200 metros de altura, se registraron unos 35 centímetros de nieve acumulada y 30 centímetros en Espot a 2.520 metros de altura, aunque a estas horas en las postas de Baqueira Beret ya hay 75 centímetros de nieve acumuladas que el viernes podría aumentar con otro frente frío.
Además de intensa nevada, atípica para el mes de octubre, la demarcación de Lleida sufrió ayer una fuerte bajada de las temperaturas, que se dejó notar considerablemente en Vielha. Durante la jornada del lunes se registraron unos 20 grados en la capital de la Val d’Aran y ayer martes el mercurio marcaba tan sólo 2,5 grados sobre las seis de la tarde, una bajada de unos 17 grados. En general, en todos los puntos de Lleida el mercurio bajó entre seis y 17 grados. Un cambio que no pasó desapercibido.
Se espera que se active otro frente frío este próximo jueves por la noche. Un nuevo frente que durará durante casi todo el fin de semana próximo y que volverá a dejar nevadas importantes en las montañas del Pirineo de Lleida aunque ya a partir de las cotas de 1.500 metros.