Las actividades que la Fundación realiza son muy diversas; van desde el esquí alpino, la vela, el esquí náutico, el ciclismo y la hípica hasta deportes más recientes, pero no por ello menos demandados, como el golf.
Esta semana se desarrolla en Sierra Nevada un curso de esquí adaptado, en el que monitores especializados enseñan a un grupo de 15 alumnos los trucos y técnicas para poder deslizarse por las pistas blancas de la montaña granadina. Se trata de un evento que se viene desarrollando en Granada desde hace diez años.
Pero el esquí adaptado no es algo nuevo; sus orígenes se remontan a los difíciles años posteriores a la segunda guerra mundial. Una de las consecuencias que tuvo este conflicto fue los miles de mutilados que quedaron, muchos de ellos aficionados al esquí. La tarea en un principio resultó compleja y saltaba la duda de ¿cómo iban a poder seguir disfrutando estas personas de su deporte favorito? La contestación no se hizo esperar. Los bastones y esquís se adaptaron a las necesidades que se requerían para su manejo. De este modo, en los años 60, EEUU diseñó el primer programa deportivo de esquí para discapacitados. En los 70 solamente los minusválidos amputados y los ciegos esquiaban, pero las personas en sillas de ruedas empezaban a practicarlo. Actualmente, es un deporte muy extendido y que con un aprendizaje inicial no supone ningún tipo de riesgo.
Para la coordinadora de programas deportivos de la Fundación “Deporte y Desafío”, Carolina Hidalgo, “esta semana blanca es un reto para las personas que participan de este curso”. Se lamenta, eso sí, “de que el tiempo a veces no acompañe y no se puedan realizar las actividades programadas, pero Sierra Nevada es la mejor estación en cuanto a accesibilidad“ y que “todo esta acondicionado, hasta los baños”.
Indudablemente todo este esfuerzo no obtendría sus frutos sin el apoyo económico y el compromiso de empresas privadas (Coca Cola Rendelsur, el Corte Inglés,etc…), fundaciones (Fundación Vodafone, Fundación Addecco, Fundación Prosegur, etc…) y donaciones particulares como las de la Consejería de Turismo y Comercio de la Junta de Andalucía, entre otras muchas.
Una iniciativa así deja claro que en el deporte no existen las barreras, sino el afán de superación y la convicción de que echarle un pulso al a vida merece la pena.
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