En esa fecha fue contratado por la Diputación de León, propietaria de las instalaciones, como médico. El 13 de enero de 1992 fue nombrado director de la propia estación. Después de dos años de baja por enfermedad ha vuelto a tomar las riendas del complejo invernal en uno los momentos más decisivos para su futuro ya que se encuentra inmerso en un proceso de modernización y ampliación sin precedentes que le llevará a replanteares su actividad para hacerla atractiva a un tipo de turismo que busque algo más que nieve.
Nuevas zonas residenciales y servicios como un polideportivo, un campo de golf o una pista de patinaje son algunos de los activos que prevén ponerse en marcha en próximas temporadas y en cuya ejecución ya se está trabajando.
Asimismo, la ya presente campaña se presenta con buenas expectativas después de que pudiera iniciarse el último fin de semana se noviembre y arrancar con buen pie el puente de la Constitución, uno de los periodos básicos para que cualquier estación invernal afronte un buen ejercicio.
P.— ¿Qué tipo de aficionados acuden a San Isidro?R.— Aquí vienen aficionados sobre todo leoneses y asturianos por la proximidad de la estación. En los últimos años se viene contando con una importante afluencia de portugueses y sobre todo gallegos, a los que ya consideramos unos vecinos que nos visitan varias veces durante la temporada, y muchos de ellos sacan el abono anual.
P.— Hablando de abonos, el récord de venta se consiguió la pasada temporada con algo más de 5.200 ¿cuántos llevan vendidos en lo que llevamos de 2005?
R.— Ya hemos superado los 5.400 y espero que a lo largo de la temporada se sobrepasen los 6.000, algo impensable hace apenas unos años y eso demuestra que la mayoría de los usuarios cree y confía en nosotros.
P.— Fuentes de Invierno, el proyecto del lado asturiano de San Isidro, ha empezado su andadura hace unos meses ¿qué beneficios puede aportar al esquí en León esta nueva estación?
R.— Desde mi punto de vista creo que todo serán beneficios. Yo estoy a favor de unificar las dos estaciones y que con un abono sacado en cualquiera de las dos se pueda esquiar en las dos partes y esto, a buen seguro, beneficiará a los aficionados para potenciar el esquí en la Cordillera Cantábrica.
P.— ¿Cuál ha sido bajo su punto de vista como director el mejor año de la estación para la práctica del esquí?
R.— Ha habido varios muy buenos y otros no tan buenos. Por ejemplo, la temporada 95-96 fue muy buena y a partir de la 98-99 donde se instalaron los cañones artificiales hasta esta que ha dado comienzo, incluidas las dos que yo no estuve en activo, fueron excepcionales, ya que la estación fue abierta y cerrada en las fechas previstas con presencia de nieve y aunque también hubo en alguna de ellas parones, sobre todo en el mes de diciembre por falta de nieve, en enero se volvía a abrir al público.
Creo que las últimas diez temporadas han sido buenas excepto la 97-98. Y a partir de esa fecha San Isidro está funcionando francamente bien con una media de explotación de 106 días que está dentro de los parámetros de esquí de cualquier estación a nivel nacional.
P.— ¿Cuántos remontes tiene San Isidro?
R.— En total doce. Cuatro telesillas y ocho telesquíes. De las telesillas dos son cuatriplazas y una de ellas desembragable. Y los telesquíes, dos son telebabis.
P.— ¿Y cuántas pistas?
R.— La estación cuenta con un total de 23 pistas, ocho azules, una verde, doce rojas y dos negras. Estas últimas para poder ser abiertas al público deben contar con bastante nieve ya que si no es difícil su apertura. San Isidro cuenta con 23 kilómetros esquiables.
P.— ¿De qué plantilla dispone la estación en días con un aforo como el de hoy?
R.— La plantilla total la componen 81 trabajadores, de los que 5 son funcionarios, 32 fijos, 23 fijos discontinuos de plantilla y el resto son trabajadores que están en bolsa como interinos.
P.— En un día como hoy con la presencia de tanto público ¿cuáles son los principales problemas que se generan en la estación?
R.— Sin duda el que haya tensión por parte de los esquiadores y también por parte del personal, ya que unos quieren llegar y esquiar a veces sin respetar las normas y a nosotros nos puede afectar los continuos incumplimiento que tenemos que abortar para que se siga la pauta marcada por la Diputación. Pero al final todo se soluciona. Los que vienen a esquiar disfrutan y nosotros encantados de poder ayudarles aunque a veces tengamos que mostrar cierta autoridad.
P.— ¿Siguen acudiendo los colegios a la estación de San Isidro?
R.— Nosotros tenemos un convenio con la Junta para contar con la presencia de diversos colegios procedentes de toda la Comunidad durante la temporada de esquí. La mayoría suelen estar una semana donde se les enseña a deslizarse con una tabla por la nieve con profesores titulados y ante esta presencia la Diputación también cuenta con más de 500 equipos diferentes de esquí que en muchas ocasiones son utilizados por los niños.
Fuente: