Según fuentes cercanas a las obras, el hecho de que el Ministerio no haya aprobado el proyecto modificado impide realizar trabajos en el interior de la galería como el revestimiento, la colocación de instalaciones eléctricas, de ventilación y de agua, la construcción de la galería de servicios y del falso techo, entre otros cometidos.
Según ha podido saber LA MAÑANA, a finales del mes de julio, las constructores finalizaron la excavación de las 12 galerías transversales que conectan el actual túnel con el nuevo y que tendrán por función servir en caso de evacuación o una urgencia en uno de los pasos subterráneos.
Las constructoras adjudicatarias de las obras se negarían a continuar los trabajos en el interior de la galería ya que al no estar aprobado el proyecto modificado por el Ministerio y en caso de producirse alguna incidencia ellas serían las responsables de todo.
Fuentes cercanas a las obras han señalado que después de lo ocurrido en el túnel del Carmel, en Barcelona, ninguna constructora se atreve a realizar trabajos sin el previo permiso y autorización de la administración contratante. El hecho de que el Ministerio no haya tramitado el citado modificado de la obra supondrá un importante retraso en la obra, señalan las mismas fuentes.
Cabe recordar que el delegado del Gobierno en Catalunya, Joan Rangel, afirmó el día que se produjo el cale del nuevo túnel que la previsión era que la nueva infraestructura, construida en paralelo al actual túnel, entrara en servicio en febrero o marzo del año que viene, una fecha que fuentes cercanas a las obras aseguran que no se podrá cumplir.
Las constructoras encargadas de la obra del nuevo túnel centran en estos momentos los trabajos en el exterior de la nueva galería con una dotación de 60 obreros.
En concreto, se llevan a cabo los trabajos de construcción del edificio de ventilación del nuevo túnel y del centro de control.
Las empresas constructoras, la unión temporal formada por OHL, Comsa y Copcisa, solicitaron el pasado mes de abril al Ministerio de Fomento que les autorizara la suspensión temporal parcial de las obras, algo que no les ha sido concedido por el momento.
Las constructoras, con este trámite a la falta de la aprobación del proyecto modificado, querían que el Ministerio parara el contador en el calendario de entrega de la obra para no incurrir en penalizaciones o sanciones si se finaliza el nuevo túnel más tarde de lo previsto.
El contrato firmado entre las constructoras y Fomento establece que debe estar construido en 39 meses.
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