Casi cuatro millones de pesos cuesta practicar el último lujo deportivo: esquiar en la Antártica. Se trata de una nueva experiencia turística, en un territorio de 13 millones de kilómetros cuadrados, que tiene el 70% de las reservas de agua dulce del planeta.
"Ski en los siete continentes", se denomina la iniciativa de la firma DAP Antártica, del empresario Nicolás Pivcevic, quien relata que el año pasado surgió la idea, cuando un grupo de 18 europeos se contactó con él para organizar un tour. Para comenzar el proyecto, la empresa presentó un estudio de impacto ambiental en la Comisión Nacional del Medio Ambiente (Conama) XII Región.
Los propietarios de la firma se asesoraron por expertos para determinar el lugar adecuado para la actividad: el Monte Bowles, en la Isla Livingstone, cerca de la Isla Rey Jorge. La zona posee características especiales: no hay especies protegidas, tiene buenas pendientes para esquiar y fue catastrada científicamente.
El alojamiento se realiza en un barco y desde allí los turistas son llevados en helicóptero hasta el sitio donde se esquía. Esto implica un costo de unos US$ 6.500, (casi $ 3.783.000) por persona. Incluye transporte aéreo, alimentación y estadía por cuatro días.
Pivcevic dice que la expedición piloto que se realizó tuvo algunas dificultades, pues hubo mal tiempo, pero afirma que los mismos turistas se contactaron con el empresario para desarrollar nuevamente este viaje en noviembre próximo.
Turismo de bajo impacto
El director del Servicio Nacional de Turismo, Oscar Santelices, asegura que es una zona donde "se está potenciando el desarrollo turístico, pero hay que tomar resguardos por la fragilidad del territorio. Esa área tiene operadores de líneas aéreas y cruceros, por lo que, internacionalmente, se está posicionando la Antártica".
Según cifras del Sernatur en 2004 llegaron 27.537 visitantes a la zona, provenientes en su mayoría de Estados Unidos y Alemania. También se desarrolla el kayak, buceo y montañismo. Tanto así, que se espera que entre el 2005 y 2006 los ingresos por este concepto superen los seis mil millones de pesos.
La directora de la Comisión Nacional del Medio Ambiente de la XII Región, María Luisa Ojeda, explica que se deben tomar estrictos resguardos para desarrollar proyectos en ese territorio. Los antecedentes son analizados por el Comité Nacional para la Evaluación del Impacto Ambiental en el Territorio Antártico -integrado por operadores turísticos, servicios públicos y científicos-, que evalúa una vez por mes las propuestas.
La profesional asevera que las actividades de alto impacto están prohibidas en las zonas protegidas -como en la Península Artley, en la Isla Rey Jorge, donde hay colonias de tres especies de pingüinos- donde se realizan planes de manejo. Otra área de conservación es la Isla Decepción. Desde 1999 hasta hoy se han presentado 63 proyectos de tipo científico, turístico o exploratorio.
Quiénes son los visitantes del Continente Blanco.
Según el jefe de planificación del Servicio Nacional de Turismo (Sernatur) de la X Región, Klauss Thormann, los turistas que visitan la Antártica tienen un perfil bien definido.
1.-Provienen de Europa y Estados Unidos. El 37,7% de los viajeros son de EE.UU, 12,4% de Alemania y 10,4% son ingleses.
2.-Son personas de altos ingresos (un viaje de seis días cuesta entre US$ 6.500 y casi US$ 8.500).
3.-Se trata de viajeros experimentados, que se interesan de participar en expediciones científicas. También hay deportistas con experiencia.
4.-Otro grupo está compuesto por personas con interés en la naturaleza en estado puro.
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