La Costa da Morte es un área geográfica con la que se muestra especialmente sensible, sobre todo tras el desastre del Prestige. Por iniciativa propia, y asumiendo todos los gastos, Roldán invitó a niños de los municipios afectados por el galipote a pasar una semana esquiando en la estación.
-¿Por qué decidieron realizar aquella invitación?
-Cuando ocurre un desastre como aquel se sensibiliza todo el mundo. Estamos muy lejos de la zona afectada y tampoco teníamos una relación especial con los esquiadores gallegos. Yo pensé en qué se podía hacer ante esa situación.
Estábamos en invierno y se me ocurrió distraer a los niños sustrayéndolos de aquella situación de tragedia durante unos días esquiando en nuestras pistas. Fue un apoyo simbólico. La gente de la montaña también estábamos con la gente de la costa.
-¿Qué tal resultó?
-Muy bien. Todos sabían que eran niños de la zona y todos le dieron afecto. Era muy emotivo y éramos conscientes de que había que darle la máxima naturalidad al trato para que no se sintiesen extraños. A mí me gustaba mucho verlos y para ellos, unos 200 niños, el contraste era muy grande.
-¿Vienen más esquiadores gallegos a Candanchú desde entonces?
-Yo conectaría aquella iniciativa con esto. Por aquí pasaron este año 800 niños con la Diputación de A Coruña. Eso está muy bien.
-Los gallegos nos sacrificamos para venir a esquiar al Pirineo.-Desde luego. Yo valoro como muy alto el esfuerzo de los aficionados gallegos. Hasta hace poco se pensaba que en España esquiaba poca gente. Hoy son millones las personas que lo hacen. El desarrollo económico y cultural ha propiciado esto. Es un fenómeno. La mejora de las carreteras, los accesos a las zonas de montaña, el acortamiento de los viajes contribuyen a ello.
Los medios de comunicación han favorecido que los deportes de invierno estén más presentes en la sociedad.
-¿Hay una edad para el esquí?
-Sí: todas. El esquí corresponde por naturaleza a los deportes de familia. Facilita la práctica de una actividad física en la que participan padres e hijos, además del contacto con el medio ambiente. La convivencia que se da en una estación de esquí fortalece los vínculos familiares.
-¿Sería posible establecer una relación entre la Costa da Morte y su estación?
-La dura vida de los pescadores depende de las condiciones del mar. Creo que los marineros y los que nos dedicamos a la nieve tenemos en común el factor del clima y los temporales limitan nuestra actividad. Para nosotros, el verano es lo que el invierno para las gentes de la Costa da Morte. El turismo desciende en picado y toca trabajar para preparar una nueva temporada invernal, ése es el gran parecido.
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