La ocupación hotelera estuvo cerca del 100 % durante casi todo el fin de semana. Las estaciones confían en que la nieve aguante hasta el 1 de mayo.
Ha sido una buena Semana Santa para el esquí en la cordillera Cantábrica, pero el mal tiempo ha impedido que fuese la mejor de la historia. Un total de 56.000 esquiadores se dieron cita desde el pasado miércoles hasta ayer en las instalaciones de Valgrande-Pajares (Lena) y San Isidro (León), que cubrieron el expediente, pero se quedaron lejos de las expectativas que había generado el temporal de nieve de finales de febrero y principios de marzo. La niebla, las nubes bajas, el viento de componente Sur y la lluvia tuvieron la culpa.
Las copiosas nevadas habían dejado a las dos estaciones más utilizadas por los asturianos en inmejorables condiciones, con espesores de hasta 4,20 metros, situándolas al frente de todos los complejos invernales del país en carga de nieve por primera vez en décadas.
Pese a que los resultados de afluencia de esquiadores no fueron óptimos, mejoraron los de la Semana Santa del año pasado, más tardía que en esta ocasión, pero también provista de suficiente nieve. El director de la estación de Valgrande-Pajares, José Miguel Vega, hacía ayer una valoración «positiva» de los últimos cuatro días en las instalaciones lenenses dependientes del Principado. «Hemos mantenido la ocupación prácticamente al cien por ciento durante los cuatro días, ya que aunque hubo gente que adelantó la salida al sábado, ese mismo día tuvimos también mucha gente que llegó a pasar el fin de semana», indicó Vega.
Los esquiadores portugueses y gallegos volvieron a ser los protagonistas de las reservas hoteleras tanto en Pajares como en San Isidro, que también mantuvo prácticamente llenos todos los hoteles, hostales y apartamentos tanto de la vertiente leonesa como de la asturiana, en el concejo de Aller.
En San Isidro esquiaron unas <30.000 personas en los últimos cuatro días, frente a las 26.418 que ayer tenía contabilizadas oficialmente Pajares. Ayer, las dos estaciones aglutinaron a casi 12.000 deportistas, algo más de 5.000 en el complejo invernal leonés y casi 6.500 en el asturiano, que desde el pasado 19 de marzo sumó 60.000 esquiadores, según los datos que ofreció ayer José Miguel Vega.
Los espesores de nieve se han visto notablemente mermados en los últimos días tanto por el reseñado mal tiempo (sobre todo el viento Sur y la lluvia) como por la masiva afluencia de esquiadores, pero las dos estaciones confían en que la nieve que aún mantienen, con espesores que superan el metro y medio en las zonas altas, garantice el cierre de temporada el próximo 1 de mayo.
Tanto Valgrande-Pajares como San Isidro pondrán a disposición de los deportistas durante esta semana que hoy comienza la mayor parte de sus pistas y remontes. Así, la estación leonesa mantendrá abiertas las zonas de Cebolledo, Riopinos y Requejines, y la asturiana pondrá en funcionamiento los telesillas de Valle del Sol, Cueto Negro, Brañillín y Hoya del Cueto Negro, así como el telesquí de la Hoya, en la zona baja.
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