La deportista reusense Pilar del Río sólo había viajado en avión en una ocasión a Palma de Mallorca, pero el pasado febrero dejó de lado cualquier temor y se embarcó con destino a Nagano (Japón), haciendo escala en Múnich (Alemania). En el país del sol naciente le esperaba uno de esos grandiosos acontecimientos que siempre quedarán en el recuerdo: los Juegos Mundiales Special Olympics de invierno, un certamen en el que participaron 1.800 discapacitados psíquicos de 84 países diferentes. A un gran reto, Del Río respondió con una gran actuación logrando una medalla de plata en la prueba del kilómetro de esquí de fondo.
No es una especialista del esquí nórdico, ya que su gran baza es el alpino, pero Del Río, de 35 años de edad, se armó de valor y participó en dos pruebas, el kilómetro estilo libre en el nivel F11 y los 500 metros nivel F9. «Ella tiene su propio material de competición, pero en esta ocasión la Federación Española le entregó el vestuario para que todos los integrantes del equipo fuesen iguales y le dejó los esquíes de fondo», comentó su madre, Conxita Valls.
La esquiadora reusense consiguió la segunda plaza en los 1.000 metros, quedando por detrás de la alemana Karina Lang y por delante de la chipriota Stella Stylianou. «Ha sido el mayor premio de su carrera, además de que esta plata es el resultado que mayor satisfacción personal le ha reportado».
Conxita Valls explicó que su hija le había contado algunas experiencias vividas en Nagano. «Me dijo que durante la competición se cayó de culo al suelo, aunque enseguida se levantó, y que estuvo nevando mucho mientras esquiaban. Pero sobre todo me aseguró que se lo pasó muy bien y que disfrutó muchísimo».
Pilar del Río compitió en Japón en una segunda prueba, los 500 metros, modalidad en la que igualmente estuvo a punto de subir al podio ya que terminó en cuarta posición. «Ha sido la primera vez que ha acudido a unos Juegos Mundiales, ya que en las dos anteriores ediciones, Canadá y Alaska, no la seleccionaron. Y el balance es que ha acabado muy satisfecha del viaje y su actuación».
Cien por cien competitiva
Una de las principales y más loables cualidades de Pilar del Río es su espíritu de superación, una virtud que constantemente la empuja a seguir adelante y progresar. «Se esfuerza un montón y cree notablemente en lo que le dicen los entrenadores. La verdad es que es muy competitiva. Incluso ahora recientemente estuvo en la estación invernal de La Molina esquiando y su preparadora le marcaba objetivos como tiempos a batir o un rival a superar en el eslalon y ella no paraba hasta lograrlo», señaló la madre de la esquiadora.
A pesar de su discapacidad de nacimiento, Del Río casi siempre ha practicado con los esquíes en sus pies. «Cuando ella tenía 7 u 8 años, y mi marido vivía, íbamos a Viella y Pilar se lo pasaba a lo grande. Pero él falleció y durante unos cinco años dejamos de ir, aunque luego fue cuando, gracias a la ACELL, montaron viajes para ir a Candanchú o a La Molina y Pilar volvió a esquiar».
Con el buen tiempo es una atleta
La medallista reusense, de todos modos, no centra su entrenamiento únicamente en el deporte de la nieve, ya que si bien ésa es su ocupación durante los meses fríos el año, cuando llega la primavera y hasta otoño pasa a ser una destacada atleta. «Ya ha acudido a bastantes Special Olympics, como los de Vilanova'92, Granollers'94, Reus'96, Figueres '2000 o Badalona'04, donde ha competido tanto con rivales españoles como con extranjeros. Y, además, ha conseguido muchas medallas», indicó Conxita Valls. La pena es que, del mismo modo que hay una competición nacional de verano, no la haya de invierno. «En España no se celebran Special Olympics de deportes de nieve porque sino seguro que participaría», apuntó.
Sobre el tartán, Pilar del Río, la única tarraconense que fue convocada para la cita japonesa, ha optado por las pruebas explosivas, como los 100 y los 200 metros lisos, aunque tampoco le hace ascos al salto de longitud merced a su buena punta de velocidad.
«Es muy voluntariosa y se esfuerza acudiendo a entrenar dos días por semana, los miércoles y los viernes, a la pista del CN Reus Ploms ya que forma parte del Club Esportiu Alba, donde está junto a una docena más de deportistas discapacitados, los cuales hacen tanto atletismo como natación». A ella «entrenar le motiva mucho y obedece completamente lo que le manda su entrenador porque confía en él», confesó su madre.
Pilar del Río trata de hacer una vida como cualquier otra persona –su triunfo cotidiano– y por eso tiene una ocupación laboral que le llena la mayor parte del día. «Trabaja en el centro L'Estela, en Tarragona, donde rellena ambientadores o monta carpetas, entre otras tareas». Como muchos otros deportistas, esta reusense está sabiendo tener el coraje y la ilusión necesarias para ir cubriendo metas día a día tanto dentro como fuera del deporte.
Fuente: