Un detalle importante es el clavado del bastón en el punto de máxima pendiente, ya que será la acción que marque el inicio de la aproximación del esquí. Y con una cuña pequeña es mucho más fácil llegar al paralelo.La progresión se puede hacer de dos modos. El primero es empezar haciendo cuatro giros en cuña, y en el último se colocan los esquís en paralelo. Después se realizan cuatro más, y la diagonal de los dos últimos se ejecuta en paralelo. Y así sucesivamente hasta hacer las cuatro diagonales en paralelo.
La segunda forma de progresión es conocida como embudo. Se empieza haciendo giros en cuña con diagonales muy largas (en paralelo) y poco a poco se va reduciendo la distancia de las diagonales, haciendo que sea más fácil para el alumno colocar los esquís en paralelo.
Los ejercicios para mejorar la técnica son la diagonal (se cruza la pendiente en posición de descenso directo), el derrapaje (sirve para controlar el canteo de los esquís), la cuña cristiania (se realiza un sólo viraje empezando en cuña y en la máxima pendiente se ponen los esquís en paralelo), el viraje al monte (un viraje que se ejecuta todo en paralelo) y la guirnalda (son una sucesión de cuñas cristianias).
Con la colaboración de Xènia Viadé, directora técnica de Traça (cerdanyayaventura.com).