Granda añadió que toda la tramitación de Fuentes de Invierno ha estado presidida por el «máximo respeto al medio ambiente». Además, precisó que el proyecto «incluye las puntualizaciones aportadas por la Comisión de Medio Ambiente del Principado (CAMA) y que su estudio de impacto ambiental recibió un «número mínimo de alegaciones».
Granda considera que la iniciativa de los ecologistas tiene «mínimas posibilidades» de salir adelante y que, por tanto, Fuentes de Invierno no acumulará retrasos por el recurso a su estudio de impacto ambiental.
La Coordinadora Ecoloxista anunció la semana pasada la presentación del recurso. La argumentación se basa en varios puntos, entre ellos la ausencia de un estudio sobre la viabilidad económica de una instalación que, a su juicio, «originará un importante impacto en una zona de alto valor natural», además de suponer «un despilfarro de recursos públicos con una dudosa rentabilidad para el territorio».
Los conservacionistas consideran que las valoraciones sobre el impacto incluidas en el documento son «absolutamente subjetivas» y, al tiempo, denuncian que «ignora las disposiciones de protección de las áreas importantes para las aves que emanan de diversas sentencias emitidas por el Tribunal de las Comunidades Europeas». De igual forma, la Coordinadora Ecoloxista mantiene que el estudio de impacto ambiental «incumple la directiva europea sobre zonas de interés prioritario para el oso pardo», así como «los planes regionales para el urogallo, el oso, el lobo, el murciélago ratonero grande, la rana de San Antón, el alimoche, el águila real o el halcón peregrino».
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