La pareja correspondió a todos los saludos y Doña Letizia demostró sus grandes progresos
Las bajas temperaturas que reinaban ayer en Candanchú, típicas de una jornada invernal, no arredraron al Príncipe Felipe y a Doña Letizia Ortiz, que pudieron esquiar en la estación jacetana e intercambiar amables palabras con las numerosas personas que quisieron saludarles. Doña Letizia, además, pudo demostrar sus considerables progresos en el deporte blanco, que comenzó a practicar hace tan sólo unas semanas. El regreso a Madrid de la pareja está previsto para esta tarde.
JACA.- Su Alteza el Príncipe Felipe de Borbón y su prometida, Doña Letizia Ortiz, disfrutaron ayer de una jornada de esquí en Candanchú, en la que las bajas temperaturas no fueron obstáculo para la práctica de este deporte, que realizaron en compañía del director de la estación y presidente de la Real Federación Española de Deportes de Invierno, Eduardo Roldán. La previsión es que hoy permanezcan en el centro invernal y a media tarde regresen a Madrid.
Don Felipe y Doña Letizia, que habían llegado en la noche anterior a Candanchú, iniciaron la actividad deportiva hacia las 10’30 de la mañana. Su presencia no pasó desapercibida, más aún porque había bastante público en Candanchú, pero la estación no estaba abarrotada de gente, dadas las condiciones climatológicas que han frenado muchos desplazamientos. La pareja no tuvo inconveniente en responder con amabilidad a quienes se acercaban a saludarles.
Doña Letizia, ataviada con un mono de color gris y con una franja negra, y Don Felipe, de negro, acudieron en primer lugar a la zona de Pista Grande, donde tomaron los arrastres B-12 y B-20 e hicieron descensos con giros de amplitud. Con posterioridad, estuvieron también en la pista del Tobazo y en la del telesquí del Puente.
Luisa PUEYO
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