La estación, que estrenó la temporada abriendo el fin de semana pasado, está situada al 2.000 metros de altura y en las pistes hay unos grosores de nieve de medio metro. La apertura es un hecho destacable, ya que la temporada pasada solo abrió un dia.
El alcalde de Bagà, Sergi Roca, ha explicado que «debíamos abrir habiendo nieve, porque nosotros queríamos dar el servicio». Y es que cuando Coll de Pal esta abierta, el pueblo lo nota con la presencia de personas que tienen la segunda residencia en el municipio y que lo aprovechan para disfrutar de la nieve, un divertimento que se traduce en ingresos para diferentes servicios del pueblo.
Hace un mes y medio que el consistorio local contrató tres personas para poner a punto las instalaciones.
La estación dispone de dos teleesquís: el Sant Jordi y el de niños.
La apertura de Coll de Pal significa «un gran esfuerzo» para el consistorio local, ya que ha de hecer frente a los gastos que desprendee.
Entre repasar la nieve, la máquina que sirve para poner a punto la nieve, repasar las pistas, someter al acta de inspección, cubrir los seguros pertinentes y poner en marcha el refugio-bar... abrir la estació equivale a un gasto inicial de 6.200€ (1,2 millones de pesetas).
A esto, hay que sumar, el coste de los sueldos de las tres personas que trabajan. En cuanto al bar-refugio, es una concesión municipal hasta octubre del 2004.
Conexión con Alp 2500
El alcalde ha dicho que aunque la conexión con La Molina aún está encallada, «nosotros nunca hemos dejado de trabajar para ir avanzando trabajo". Así, el consistorio tiene un anteproyecto del edificio de servicios que se tendrá que construir cuando la conexió sea realidad. Un edificio que tiene un coste de 1,4 millones de euros (236 millones de pesetas), para el que hay que buscar financiamiento. Tambien habrá que hacer un párquing de 200 plazas.
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