El Teléfono Blanco, un servicio que informa sobre el estado de las pistas y los accesos de Valdezcaray en tiempo real, ya anunciaba desde las díez de la mañana que «aunque la estación permanece abierta, debido a la gran afluencia de esquiadores, damos por cerrados los accesos y recomendamos que no se acerquen a la estación», con el objetivo de evitar los atascos.
Desbordados
No obstante, ni siquiera esta advertencia impidió el monumental atasco que se desató durante gran parte de la mañana desde la propia zona del aparcamiento. Decenas de vehículos permanecieron durante horas atrapados en la carretera de acceso a la estación, totalmente desbordada por la afluencia de turismos. Según informa el Gobierno regional, se vendieron 1.800 abonos de día y se acogió a más de 3.500 personas.
Según algunos de los sufridos conductores, el colapso de tráfico llegó a alcanzar hasta diez kilómetros de distancia. Otros aseguraron incluso que «había coches parados hasta el propio pueblo de Ezcaray». De hecho, los responsables de la estación y la Guardia Civil tuvieron que cerrar el paso de vehículos a tres kilómetros de Ezcaray -en el cruce hacia la estación, a 10 kilómetros de ésta- para evacuar a los turismos del atasco. Tras las obras de reforma que ha sufrido la estación, el aparcamiento cuenta actualmente con una capacidad para 1.400 vehículos y 100 autobuses. No obstante, ni la reforma del aparcamiento pudo dar ayer cabida a los miles de esquiadores que acudieron hasta Valdezcaray.
Según los afortunados que pudieron acceder a la estación -aquellos que llegaron antes de las nueve de la mañana-, «la cantidad de gente que hay es impresionante», una circunstancia que dificultó notablemente la práctica del esquí en la estación, cuyos servicios también se vieron desbordados durante la mañana.
Además, la situación se complicó aún más debido a que todos los esquiadores tuvieron que concentrarse en las ocho pistas que pudo ofertar Valdezcaray durante el fin de semana.
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