Las dos estaciones del Pallars, son de sobra conocidas por la mayoría de los aficionados, pero cuando tienes la suerte de poder esquiar entre semana, descubres una ventaja de esquiar en estas fechas y es que tienes la estación casi para uno solo.
La tranquilidad que se respira añade un plus, motivo por el cual suelo reservar una semana para escaparme y disfrutar de esta calma.
Para comenzar la primavera, hacía tiempo que no iba por las estaciones de Espot y Port Ainé, además el hecho de subir en una maquina pisapistas añadía una novedad a esta visita.
La estación ilerdense ofrece unas cotas que van desde los 1510 m hasta los 2291 m en su parte más elevada ofreciendo unos 23,5 km de pistas.
Debido a una averia en el telesilla de la Roca, remonte único que parte desde la base de la estación, es necesario subir en una pisapistas, las cuales están esperando en la base hasta que se completan.
La calidad de la nieve bastante buena, ya que al enfriar por la noche y haber pocos usuarios aguanta pisada bastante tiempo.
Dejo unas fotos de la estancia:
Ahora vamos a ver como estaba la situación en la vecina Port Ainé, que se encuentra a unos 50 minutos por carretera
En este caso nos movemos entre los 1.650 m en el acceso que hay desde la carretera del acceso hasta los 2421 m en la parte más elevada de la estación, teniendo en cuenta que existe otra zona en los casi 2000 m, situada a unos 4 km de esta última, siendo donde se encuentra el edificio de servicios así como el hotel a pie de pistas Port Aine 2000.
El estado de la nieve era muy bueno, para la temperatura exterior que hay estos días, pero al haber poca gente, se mantenía el pisado durante todo el día.
El acceso desde el punto más bajo se realiza utilizando la silla Roni que nos eleva hasta los 2.100 m, desde aquí encontramos pistas muy familiares.
En la zona central de la estación parte la silla Jet Cim, que de una forma rápida nos permite acumular muchos kilómetros en jornadas "tranquilas como esta.
Muestro instantaneas del día.
