Como vemos, cuando hacemos la cuña cada esquí apunta en una dirección distinta. Como veremos más adelante, con un esquí podemos ir hacia la derecha y con el otro hacia la izquierda.
Vemos aquí primero cómo controlamos la velocidad, cuanto más grande sea la cuña más fricción haremos, más nos opondremos al deslizamiento y más podremos controlar la velocidad…
Pero la manera verdadera de conseguir frenar es a través de los virajes. Si me apoyo más en un esquí, si me transporto en él hasta que ese esquí se atraviesa a la máxima pendiente, el esquí frenará y estaremos seguros atravesados a la línea de la máxima pendiente.
Esa es la manera de verdadera, fácil y funcional de controlar la velocidad en el esquí, mediante las curvas.
Aquí vemos cómo simultáneamente vamos pasando de un esquí al otro. Hago una curva, me siento seguro, me levanto, respiro y a al otro esquí…
En realidad estoy haciendo un movimiento que ya conozco, hago una extensión, me levanto sobre el esquí y hago una flexión, flexiono ese tobillo y aprieeeto el esquí para que gire. Hago una extensión y luego una flexión, para que ese esquí bajo la presión gire… y vamos pasando de un esquí a otro puesto que cada uno apunta en una dirección distinta.
Texto y guión adaptado del libro Guía para la formación de los Técnicos Deportivos de Esquí de Primer Nivel.
Por Carlos G. Castillo y Ernesto Rodriguez Pérez.
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