Un año más nos encontramos frente al mágico momento de volver a ponernos las botas, calzar los esquís y empezar a deslizar por la nieve. No parecía claro que este fin de semana se pudiera esquiar porque los episodios de calor han sido constantes durante el mes de noviembre. Pero el frío ha llegado y, con él, unas buenas nevadas en la cara norte del Pirineo que han permitido a Baqueira Beret ser la primera en anunciar que abría este sábado. Los mensajes empezaban a sonar sin parar desde el martes y la gran noticia se confirmó durante la presentación de la estación aranesa en la ciudad de Barcelona. Por fin, llegaba el momento más esperado tras meses en el dique seco.
Esta vez no era nuestra estación la primera que abría y la logística era un poco más complicada, pero no por ello íbamos a faltar a la cita. Y más cuando para llegar al destino tienes una carretera tan disfrutona como la que lleva a Baqueira.
Como cada temporada, hay rituales a los que seguimos prestando especial atención. El de ponerse las botas o calzarse los esquís. Algo que se acaba convirtiendo en rutinario pero que el primer día despierta unas emociones particulares.

Muchos reencuentros en el parking, gente que no se veía desde hacía meses y, en general, un ambiente de mucha alegría. Como a muchos les ha pillado con el pie cambiado la apertura de la estación, a primera hora, muy poca gente en pistas. Y de hecho, subimos solos en la cabina. Después se iría animando, pero todo muy tranquilo.

La emoción del primer remonte
La imagen de Baqueira es muy buena, con todo cubierto de blanco. Está abierta la parte central del sector de Baqueira, con remontes abiertos desde el Jorge Jordana hasta el Pla de Baqueira. Por tanto, se puede aparcar en 1500 y en Orri. Para bajar a 1500, hay que hacerlo con la cabina. La vuelta a casa solo llega a Tanau.

¿Noviembre?
Una vez con los esquís puestos, llega ese momento de la verdad. Y no sé si os pasa, pero cada año, cuando toca afrontar la primer bajada, una especie de miedo escénico se apodera de uno y no paro de preguntarme si me acordaré de esquiar, si los esquís girarán en la primera curva. La verdad es que las dudas se disipan enseguida y tras la primera bajada la normalidad se impone, pero faltará algo de rodaje para volver a bajar con la soltura y, sobre todo, la velocidad habituales. Pero el primer día es solo para ver que todo sigue en orden.
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Estamos casi en pretemporada y hay menos pistas y zonas abiertas que de costumbre y no todas las combinaciones de conexiones son posibles. Y de la misma manera, no todas las pistas tienen las mismas condiciones de nieve, por lo que es conveniente hacer las primeras bajadas con cierta precaución hasta tenerle la medida cogida. Eso sí, los tramos de pista que están bien, son fantásticos para hacer las primeras bajadas de la temporada.

Cualquier día de estos se pondrá toda la artillería de restauración de Baqueira en marcha. De momento, si quieres hacer una parada, tienes El Bosque, con esas columnas en forma de árbol que me encantan.

Y como en toda buena estación privada que se debe exclusivamente a sus clientes, los cañones iban a destajo y eso hará que cada día las condiciones mejoren y de cara al puente que tenemos a la vuelta de la esquina tengan muchímo más abierto y en las mejores condiciones. Y encima, vienen nevadas en las próximas horas. Afortunados, algunos...
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En resumen, un gran primer día de temporada. Y lo mejor, la cosa ya ha empezado y es genial ver cómo otras estaciones también se suman a esta buena costumbre de abrir en cuanto se pueda, porque aquí se respiraba en el ambiente que había ganas de nieve. Mucho esquiador con forfait de temporada pero también muchos que venían de otras zonas para poder disfrutar de su deporte favorito.
¡Que no pare la fiesta!