Pues llegaron los grandes días que todos estábamos esperando. Las nevadas anunciadas han llegado tarde pero lo han hecho para darnos una alegría en este final de temporada, además, en Port del Comte han sido las más abundantes de los últimos años. Ni con la famosa Filomena (aquí tenéis el report) ni con Gloria (aquí el otro report) conseguimos esta cantidad de espesores.
Nos entraba una primera borrasca la madrugada del viernes que nos dejaría sobre los 20cm en toda la estación, pero eso era sólo el entrante, el plato fuerte llegaría la madrugada del sábado y se tenía que extender durante todo el día, así que el mismo sábado por la mañana tocaba levantarse temprano para ir a disfrutar de las mejores condiciones de nieve de los últimos años.
Como muchos os podéis suponer, en mi caso personal había pasado una última semana de nervios mirando partes de nieve, previsiones y todo lo que os podáis imaginar, así que fueron unos días de dormir poco y mal. Sí, lo sé, hay muchos problemas en el mundo, pero los nervios por una gran nevada son imposibles de controlar, así que no pude evitar el pasar malas noches, sobretodo la del viernes al sábado.
Además de todo esto, me hacía especial ilusión la visita de un buen amigo y forero de esta casa, Carlos (Ingeniquitecto en el foro), que vendría de Madrid ese mismo fin de semana para poder experimentar en persona lo que es un Powdercomte, qué grande eres!!
Bueno, al lío que es lo que nos interesa en este artículo.
Sábado por la mañana y a primera hora nos vamos hacia Port, la carretera ya nos delata que la borrasca ha sido puntual y ha empezado a nevar de madrugada.


Madre mía cómo está el panorama!! Me temo que se va a liar gorda en la carretera...
Llegada a Port del Comte antes de que abran la estación, casi nadie en el párquing y con pinta que va a ser un día apoteósico. Esquís gordos y para arriba.

Con los 20cm del día anterior más lo que había acumulado en unas horitas, la estación estaba espectacular, y lo que quedaba, tenía que seguir nevando todo el día!!!
Era de esas jornadas en las que daba igual bajar por pista que por fuera de ellas, todo estaba sin pisar, madre mía, menuda alegría!!

Un par de bajadas para calentar, jajaja ¿Calentar? Bueno, es un decir, antes de empezar ya había hecho sentadillas y varios ejercicios para empezar con la musculatura y rodilla en condiciones, así podía esquiar medio tranquilo con el powder desde el principio.
Aunque una caída de Txell (menudos dos años llevamos...) en la segunda del día nos hacía pasar a ver a Pou (un fenómeno), del servicio médico (Gestió Sanitària Outdoor Vitam) de Port del Comte, que le haría un buen apaño para poder seguir (maldito pulgar del esquiador). Eso también nos vendría bien para esperar a Carlos, que se había levantado muy temprano para llegar a Port por la mañana, bueno, a las 9.30 estaba ya allí, jajaja, aunque el esfuerzo que hizo os puedo asegurar que le mereció la pena.
Con el dedo de Txell inmovilizado y con Carlos allí, tocaba seguir disfrutando del día.

La mañana fue un no parar de disfrutar de powder, nevada, frío, poca gente y un buen rollo y alegría generales que era increíble. ¡¡Cómo necesitábamos todos algún día así!!


Txell incluso con cara de alegría pese al dolor en el dedo, como os cuento, el buen rollo y la alegría eran indescriptibles.


La mañana era un no parar de subir y bajar.


Cada vez había más acumulación de nieve, era espectacular, pero al mediodía, problemas con el abastecimiento de la luz nos hizo parar y nos dirigimos al hotel a esperar si se solucionaba. Fue un problema general en muchas zonas de montaña y esquí, las líneas eléctricas no aguantaron tanta nieve, pero cuando llevábamos un rato allí nos comentaron que las zonas del Sucre y Bòfia seguían en funcionamiento, así que todo cargado a la furgo y hacia allí, no nos quitamos ni las botas de esquí, jajaja.

Por mucho que pasaran a limpiar la carretera, era tal la nevada que caía que al momento volvía a estar blanca.


La cantidad de nieve que estaba cayendo era increíble, os dejo por aquí un vídeo que colgué en Instagram para que veáis la acumulación a primera hora de la tarde.
No se veía muy bien el panorama, pero el paisaje era realmente espectacular.

Hasta que nos dieron las 16.30h sin darnos cuenta y nos cerraban la estación.
Tocaba volver a la zona del Hotel a dejar a Carlos y nosotros para casa, pero la estampa bajando del Sucre era casi fantasmagórica, además, seguía nevando!!


Llegada a casa, ducha, cena y descanso, que el día había sido de los buenos.
Mientras, a última hora de la tarde, Carlos me mandaba esto desde Port del Comte.

Ya había parado de nevar y la estampa y cara de felicidad lo dicen todo, jajajaja.
Domingo por la mañana y volvemos a la carga, parece que nos va a aguantar un rato con sol para ir empeorando el día. Cargamos botas al coche y para arriba.


Esta mezcla de estampas primaverales a cotas bajas, e invernales a medida que vas ganando altura son espectaculares.


La niebla encima de St. Llorenç de Morunys y la Vall de Lord con todo nevado es de cuento.

Y ver la carretera así antes de llegar a la urbanización es de postal.
Encima, antes de llegar suena el whatsapp, Ingeniquitecto nos manda esta foto desde la habitación del Hotel Port 1730.

Levantarse con estas vistas no tiene precio.
Llegamos, nos ponemos las botas, cogemos esquís y para arriba.


Cómo me gustan las fotos con la Insta360, y las que son desde abajo me tienen loquito, jajaja.
Vamos subiendo y realmente el paisaje es simplemente increíble, verlo todo tal y como está es pura magia.




Qué afortunados éramos, el mejor fin de semana de los últimos años y allí estábamos para disfrutarlo.
Pistas planchadas con nieve polvo blandita y todos los laterales sin pisar, además de muchos fuera-pistas todavía por hacer.

No sabías si estabas en Port del Comte o en alguna estación de las Rocosas.


Realmente daba igual por dónde fueras, las pistas eran alfombras muy blandas, y fuera de ellas la nieve era polvo seca.


Era el día del gran dilema, el día ideal otra vez para esquís anchos, pero también lo era para esquís tipo all-mountain, así que como hacía un par de días que tenía en mis manos los nuevos Rossignol Arcade 84 para el próximo invierno, pensé que estaría bien probarlos en distintas condiciones tanto de pista como fuera de ellas.

Además de bonitos me van que ni pintados con el traje, jajajaja.
Por cierto, os avanzo que son unos auténticos cohetes, me encantaron!!
Bueno, sigamos con lo que íbamos. Como en el día anterior, pero a diferencia que ese ya parecía una estación de esquí con gente, el ambiente que se respiraba era una mezcla de felicidad, tranquilidad y buen rollo general, todo el mundo con la sonrisa en la cara, no era para menos.



Carlos y un servidor que, como no había espacio, casi chocamos, jajaja.
Txell ya ni se acercaba, le tocaba esquí más tranquilo del habitual, sólo faltaría volver a caer.

La combinación de sol con nubes bajas daba un aspecto todavía más mágico a la mañana.
Y como todo lo bueno termina, al mediodía y con mucha pena, Txell y yo nos teníamos que ir, las obligaciones son las obligaciones, pero dejábamos a Ingeniquitecto allí casi hasta el cierre, apurando hasta la última bajada antes de volver para Madrid.
El resumen de estos días se podría hacer en palabras simples, os dejo escoger la que más os apetezca, maravilloso, espectacular, especial, increíble, mágico...
Como muchas veces hago, no me gustaría terminar el artículo sin antes dar las gracias a Carlos por el tute que se pegó para venir a esquiar con nostros en Port y también, sin lugar a dudas, a todas y todos los trabajadores de Port del Comte por el increíble trabajo que han hecho durante esta nefasta temporada, por mantener abierta la estación rascando nieve de dónde no había, ya que sin todo este trabajo posiblemente no hubiéramos podido disfrutar del increíble fin de semana, y los que quedan con la estación abierta.
MILLONES DE GRACIAS
Y a todos vosotros, animaros a subir a cualquier estación ya que están en unas condiciones como no las hemos tenido en mucho tiempo, además cada día queda menos para el fin de temporada.
Y como siempre os digo...
Si queréis saber más...