Después de la primera entrega con una ruta por los Lagos de Covadonga, en esta ocasión o presentaré otras dos que creo que os van a gustar y os animo a que las realicéis.
2a Ruta: Garganta del Cares
Para hacer un poco de historia, decir que esta ruta une los pueblos de la montaña leonesa de Caín y Posada de Valdeón con el asturiano Poncebos. Dicha ruta se hizo entre 1915 y 1921 excavando en la roca para construir un canal que abastecía de agua una pequeña central eléctrica situada en Poncebos, pero no fue hasta su ensanchamiento (1945-1950), que se hizo transitable al público.
Como digo, esta ruta es un sendero que está excavado en la montaña con un máximo de ancho de 2m y recorre todo el desfiladero del río Cares. Su longitud son unos 12kms entre Poncebos y Caín, y se puede realizar sólo de ida partiendo de alguno de los dos pueblos o también de ida y vuelta.
Decir que sólo de ida nos supondrá pagar un taxi para volver al punto de inicio, o contratar a alguna de las varias empresas de la zona para que te vuelvan al punto de partida dando un bonito paseo en 4x4 por los Picos de Europa. Comentar que la distancia a realizar en coche será de unos 100km.
Nosotros optamos por hacer la ida y vuelta andando, con un total de unos 24km.
Realmente es un paseo con muy poco desnivel aunque, eso sí, no dejan de ser más de 20km andando.
Como sabéis, somos de madrugar, así que pasadas un poco más de las 7 de la mañana ya estábamos en Poncebos, nuestro punto de partida.
Como veis, el día amanecía nublado y con niebla, así que pintaba a que no podríamos gozar de ver las cumbres de las montañas, pero el paisaje prometía igualmente impresionante.
Empezamos por lo que sería la parte más "dura" del recorrido, tenemos que subir unos 300m de desnivel en menos de 2km por una senda que nos llevará hacia Los Collados. A partir de allí tocará descender unos 100m de desnivel y empezaremos a llanear por la garganta.
A la que empezamos a llanear es cuando más vamos a disfrutar del bello paisaje en el que estamos sumergidos, no siendo extraño, si no más bien habitual, andar entre cabras montesas que se van a apartar a nuestro paso enseñándonos lo buenas escaladoras que son.
En algunos tramos vemos el canal gracias al cual se construyó la ruta.
Según vamos avanzando, nos vamos encontrando pequeños túneles excavados en la roca para nuestro paso.
Mirando hacia atrás la vista es realmente preciosa.
Seguimos para delante y la garganta se va volviendo cada vez más estrecha y con más vegetación, hasta que llegamos al primero de los dos puentes que tendremos que cruzar, en el que encontraremos una fuente de agua bien fresquita por si queremos rellenar botellas.
Tras un rato por el lado izquierdo de la garganta en dirección sur, cruzamos el otro puente.
Cada vez tenemos menos caída a nuestro lado, así que ya vamos llegando al embalse de Caín, pero esa zona es tan estrecha que el camino está excavado dentro de la roca por túneles.
Finalmente llegamos a la presa del pequeño embalse y se nos abre ante nosotros el Valle de Valdeón.
Andamos unos pocos cientos de metros más y nos plantamos al final de la ruta de ida, en el bonito pueblo de Caín.
Allí haremos una parada para comer algo de fruta, unos bocadillitos, beber y volveremos otra vez hacia el punto de partida.
Al haber salido temprano de Poncebos, casi no nos encontramos a nadie por el camino, pero a la vuelta otro gallo cantaría. Nos iríamos encontrando una romería de gente que, en según qué puntos del sendero, el paso se va a hacer algo "delicado" debido a la estrechez, pero nada que no se pueda lidiar con un poco de paciencia y prudencia.
A medida que vamos avanzando, los precipicios van ganando altura magnificando la belleza del lugar y aumentando nuestra sensación de vértigo.
En estas dos últimas fotos podemos ver el sendero por la parte izquierda justo al borde de los acantilados.
Justo después de la breve subida que nos lleva hacia Los Collados, iniciamos la última parte del recorrido bajando hacia el Puente de Poncebos, dónde habíamos iniciado la ruta.
Hasta llegar llegar al coche dónde Valentina encontró a una buena amiga...
Y hasta aquí la segunda excursión de las vacaciones, en total salieron entre 22-24km y unos 500m de desnivel de ruta fácil y preciosa a la vez.
3ª Ruta: Picu Urriellu (Naranjo de Bulnes)
El destino de esta última ruta hacía mucho tiempo que lo tenía entre ceja y ceja, sabía que cuándo fuera de visita al Norte, tendría que ir a verlo.
Si te gusta la montaña, casi diría que es un lugar de culto, una de las zonas más bonitas de Picos de Europa y "la Meca" para los escaladores, el Picu Urriellu, más conocido como el Naranjo de Bulnes.
Para subir hasta el refugio hay varias rutas, pero al ir con las niñas decidimos que haríamos la subida desde el Collado Pandebano, un camino sin ninguna dificultad y de gran belleza.
Para acceder hacia el inicio de la ruta iremos en coche dirección Sotres y justo antes de llegar, tomaremos un desvío con camino de tierra hacia unas cabañas (Invernales del Tejo), las cuales dejaremos atrás siguiendo el camino hacia el collado. Son unos 5km de pista con tramos de dura subida y algún que otro trozo con bastantes surcos. Se puede acceder en coche pero mejor éste sea alto.
Al llegar a lo alto del camino hay un pequeño aparcamiento, el cual no estoy muy seguro que sea "legal", igual que toda la subida por el camino, pero allí dejamos el coche (somos muchos que estamos allí).
Justo en este indicador que nos recuerda que estamos en un Parque Nacional, es dónde empezaremos la ruta, la cual no llevará dirección al Collado de Pandebano en primer lugar.
Una vez llegados allí, el paisaje se empieza a volver sublime, además ese día teníamos un juego de luces debido a la niebla, nubes y sol que era de lo más bonito.
Desde el Collado iremos dirección izquierda por el camino bien marcado hacia la Majada La Terenosa, dónde también se encuentra el Refugio con el mismo nombre.
De momento el camino a seguir transcurre entre verdes prados con una subida suave que va bordeando el Monte de la Varera.
En este valle y tapado por la niebla tendríamos el pueblo de Bulnes.
Nosotros seguimos el camino bien marcado hacia arriba.
Tras un rato de caminata por los verdes prados, llegaremos al Collado Valleju, dónde empezará el terreno de alta montaña de verdad en todo su esplendor. Aunque el camino es fácil de seguir y no tiene ninguna dificultad, a partir de ahí tendremos algún paso un poco aéreo, pero como digo, con senda bien marcada.
Me tendréis que disculpar pero no sé el nombre de los montes que tenemos enfrente, aunque son de una gran belleza.
Y, a la que damos la vuelta al collado, se nos alza delante nuestro uno de los montes por excelencia, el Picu Urriellu (Naranjo de Bulnes).
Si nos fijamos en la parte baja de ésta última foto, vemos el sendero que seguiremos.
Como podéis observar, el camino no tiene pérdida, hay que ir siguiéndolo.
Tras cruzar alguna que otra "tartera", llegaremos a lo que será el tramo final hasta el Refugio a los pies del Naranjo de Bulnes.
Allí empezamos a subir de una forma más dura y directa haciendo algunos zig-zag en medio de grandes rocas de piedra caliza.
Incluso encontramos un sitio ideal para hacer el ganso en plan "Titanic".
Parece que la niebla está subiendo, ¿Nos va a fastidiar el espectáculo?
Mientras, los rebecos nos observan en la subida.
Estamos de suerte y al ganar un poco más de altura dejamos la niebla a nuestros pies.
Ya sólo nos queda un trocito de sendero en suave subida para llegar al Refugio.
Habíamos conseguido el objetivo del día, tocaba comer algo y disfrutar de las vistas, pero las niñas al ir mirando vieron algún que otro nevero, y como les gusta poco la nieve, jajajaja, nos dijeron que querían ir a tocarla, así que volvimos a cargar las mochilas y seguimos subiendo unos 100m más de desnivel hasta el primero nevero, dónde claro está, no podían faltar las fotos de rigor.
Después de tocar un rato la nieve y que las manos quedaran congeladas, volvíamos al refugio para hacernos la "selfie" de rigor.
Un ratito más de disfrute del momento y era hora de la vuelta, la cuál la realizaríamos por el mismo camino de subida.
El total de la ruta son unos 13.5km con unos 1000m de desnivel aptos para todos los públicos con un mínimo de forma física.
Espero que os hayan gustado estas dos rutas más por el corazón de los Picos de Europa y os animo a hacerlas, serán una alegría para la vista y un buen entreno de cara a la próxima temporada de esquí.
Como siempre, os dejo el enlace a Wikiloc y Strava por si queréis ver y descargar las rutas, en este caso, sólo voy a poner la del Picu Urriellu, ya que la ruta del Cares es más que fácil de seguir.
Pero no puedo despedir el artículo sin hacer mención al último día que pasamos en Asturias, y no fue nada más y nada menos que la visita a al célebre Ratón, al cual seguro que conocéis y que nos recibió con los brazos abiertos.
En su casa pasamos una preciosa jornada en familia y en la que nos llevó a degustar algunos de los mejores manjares de la zona.