¿Qué tal tod@s? Espero que estéis bien de salud y de ánimos.
¿Ya habéis podido hacer vacaciones?
Como muchos sabéis, soy animal de invierno y montaña, así que las vacaciones de verano intento pasarlas lejos del calor y la playa, pero claro, la familia también tiene ganas de arena y agua, así que siempre intentamos elegir destinos que lo tengan todo, y pocos lugares cumplen estos requisitos tan bien como Asturias y los Picos de Europa.
Allí poníamos la base de las vacaciones, concretamente en el camping Picos de Europa, a los mismos pies del espectacular macizo, a pocos kilómetros de la playa y de diversas rutas de montaña.
La zona tiene posibilidades infinitas, pero debido a los pocos días y al tener que alternar con playa y otras actividades para las peques de la casa, os voy a contar tres rutas que hicimos en familia. No os las perdáis, son realmente bonitas e interesantes.
1a Ruta: Lagos de Covadonga-Picu Cabeza del Covu-Picu Julagua-Refugio Vega del Ario-Lago Enol.
Salimos bien temprano del camping ya que cierran la carretera de acceso en coche particular a Lagos a las 8.30h, pero incluso llegando a primera hora, el parquing de arriba del todo estaba lleno y tuvimos que aparcar en el de abajo, a los pies del Lago Enol.
Por cierto, menudo puerto de montaña!! Me hubiera encantado subirlo en bici!!
Allí comimos algo y para arriba.
A la que empezamos a subir tenemos esta magnífica vista del lago.
Al llegar al collado que separa los dos lagos, tenemos en frente el Ercina, al que descenderemos para seguir la ruta.
Dicha ruta va por el lado izquierdo del lago, el cual dejaremos atrás por una pequeña cuesta pasando por la Majada la Veguina.
Superada esta primera cuestecita, entramos en la suave pradera que nos llevará hasta la Majada las Bobias.
Seguiremos ascendiendo siempre por camino bien marcado.
El sendero va combinando llanos con subidas sin nada de dificultad técnica, y por poco que se esté acostumbrado a andar, tampoco física.
A medida que ganamos altura, el verde de los prados deja paso a la roca caliza, dando la sensación de desierto.
Después de unos kilómetros andados nos dispondremos a hacer la última subida antes del collado.
Al llegar al Collado del Jito (1643m) las vistas son para quitar el hipo, las rocosas cimas de Picos de Europa nos dan la bienvenida a este balcón.
A nuestra derecha tendremos picos como Peña Blanca, la Robliza o la Verdilluenga entre otras y enfrente el imponente Macizo Central de Picos, con su espectacular lengua glaciar.
La idea inicial era subir hasta el Refugio Vega del Ario, ya que para ser la primera ruta de las vacaciones queríamos que fuera suave. Pero tras llegar al collado, ver que habíamos subido en poco tiempo y que las niñas estaban más frescas que una rosa, decidimos que haríamos un plus de dos pequeñas cumbres antes de llegar al refugio (siempre es bonito subir a una cima cuando estás en el monte).
Así que sin pensarlo mucho, descendemos unos metros por la pradera hasta unas cabañas para allí empezar a subir hasta la primera cumbre.
El ascenso no tiene ninguna complicación, aunque es más empinado que lo que hemos estado haciendo hasta llegar allí.
En pocos minutos hacemos cima en Picu Cabeza del Covu (1710m), hemos subido tan solo unos 100m de desnivel para alcanzarla y las vistas desde arriba son espectaculares.
Como podéis intuir, este macizo con la lengua glaciar tan bien marcada me tiene enamorado, jajaja.
En la siguiente foto vemos la garganta del Cares y si nos fijamos bien, también veremos una parte de la senda que lo recorre.
Después de descansar un ratito mientras hacíamos las fotos de rigor, tocaba ir a alcanzar la segunda cima del día, el Picu Julagua (1720m).
Para ello descendíamos un poco para volver a encarar una muy corta subida que nos permitiría llegar a su cumbre.
Es de gran belleza estar en plena montaña y observar el mar tan cerca.
Con el plus de subidas conseguido, ahora ya sí nos disponíamos a bajar al Refugio Vega del Ario.
Allí gozaríamos de un merecido descanso, de bebida isotónica, algo de fruta y unas barritas de cereales que nos darían la energía necesaria para terminar la ruta.
Después de reponer fuerzas, nos dirigiríamos otra vez hasta el Collado del Jito, desde dónde bajaríamos por la misma ruta que habíamos ascendido.
El descenso no tiene nada complicado tampoco, pero se nos hizo algo duro debido a las altas temperaturas de ese día y por la falta de aire corriente que nos refrescara un poco, pero nada que no se pudiera soportar, estamos en Picos de Europa no en el desierto de Monegros, jajajaja.
Al cabo de un par de horas llegábamos otra vez al Lago Ercina, dónde gozaríamos de un buen zumo de cebada bien fresquito y un bocadillo con unas magníficas vistas.
Pero la ruta no terminaba allí, todavía teníamos que subir al collado que separa los dos lagos para descender hasta el parquing del Lago Enol.
Al final nos salió una buena caminata, más completa de lo que habíamos planeado.
Como podéis ver en las fotos y en la explicación, la ruta es apta para toda la familia, no tiene ninguna complicación técnica ni pasos comprometidos, lo único es la distancia recorrida y el desnivel acumulado, pero os puedo asegurar que es más suave de lo que parece.
Espero que os haya gustado y os animo a realizarla, vuestros sentidos se verán gratamente agradecidos y, para ello, os dejo los enlaces directos a Wikiloc y Strava dónde podréis ver bien y descargar la ruta.
Hasta aquí la primera entrega de las dos que voy a hacer, no os perdáis la segunda, los recorridos son más espectaculares.
Y como siempre...