Tras un primer artículo en el que hacía una introducción de la fábrica Rossignol y Dynastar, en éste voy a explicar realmente cómo se hacen unos esquís.
Siempre había pensado que una fábrica de esquís estaba llena de robots haciendo todo el trabajo, pero nada más lejos de la realidad, hay mucha mano humana. Lógicamente no es la fabricación de unos esquís artesanales, pero tampoco no hay muchas diferencias.
Durante la visita, antes de entrar en las naves industriales, te dan unas gafas de seguridad. Lo tienen todo muy controlado, pero siempre es mejor prevenir que curar. Recordemos que el material principal de unos esquís es la madera, y como esa hay que cortarla, pueden saltar virutas.
Antes de proseguir, comentar que está totalmente prohibido hacer fotos en la fábrica, ya que todo es secreto profesional y gracias a Joan Torrella, Technical Manager de Rossignol y Dynastar, podemos gozar de imágenes a las que prácticamente nadie tiene acceso.

En esta foto estamos en la nave dónde se corta toda la madera. Nos están explicando que hay varios tipos de ella, ya que dependiendo de los esquís que se fabriquen, se usará un tipo u otro, incluso varios mezclados.
Al fondo vemos que están los pales llenos de distintos tipos de madera y en la izquierda, las máquinas que la van a cortar.
Aquí hay mucha tela, ya que todos los esquís tienen diferente medidas, así que cada dos por tres, hay que cambiar los parámetros de corte para adaptarse a lo que se quiere fabricar.

Cuando la madera está cortada a la medida deseada, luego hay que darle forma, tanto de cotas, cómo dejarla más fina en espátula y cola, y más gruesa en el centro del núcleo.
¿Os imagináis qué tipo de esquí usará este núcleo que vemos en la foto anterior?
Yo lo tengo muy claro ¿y vosotros?
Otra zona interesante es la de la estética, dónde se hacen las láminas de acabados de los esquís.
De allí no hay fotos pero sí que podremos ver como son.

Aquí podemos ver tanto el núcleo cómo la lámina de acabado de los esquís de nórdico.
Si os fijáis bien, aunque queda cortado, en la parte superior de la foto hay un cartel en el que pone "elements", elementos en castellano, y es la zona dónde hay todo lo necesario para montar los esquís, placas de fibras que irán en los núcleos de algunos modelos, punteras de plástico o metal para los acabados de espátulas y colas, cantos, láminas de metal también para algunos núcleos, etc, en definitiva todo para hacer nuestros juguetes.
Una sección muy interesante y creo que la que más nos gustaría ver es la zona de las prensas, dónde se montan y ensamblan todos los elementos que darán a luz los esquís.
Desgraciadamente no hay ninguna foto ya que es "Top Secret", y el motivo principal es que no hay empresas que se dediquen a hacer dichas prensas, así que cada marca, tiene que "inventarse" las suyas e ir modificando en función de nuevas tecnologías de prensado, modelos de esquís...
Lo que si que puedo contar es que aquí el ensamblaje es totalmente manual, el trabajador tiene todas las piezas y las va sobreponiendo por capas. Es un trabajo en el que hay que tener buenas manos para poner todas las piezas correctamente, sino los esquís saldrían mal.
Cuándo las tablas salen de las prensas, lo hacen con este aspecto...

Hay fibras y material que sobresale, por tanto, van a pasar al departamento de "limpieza", dónde van a quitar todo el sobrante para lograr este aspecto...
Si nos fijamos en el cartel "nets", limpio en castellano, nos podemos imaginar que ya se han quitado todos los sobrantes de la salida de la prensa y ya sólo les quedará el pulido final para tener los esquís a punto para nuestro disfrute.

Esta sección es la de acabados, dónde se preparan tanto las suelas como los cantos para tener los esquís listos para empezar a deslizar.
Si nos fijamos en la foto, en el interior de una de las cámaras vemos las chispas que producen las piedras al pulir los cantos.
Al salir de pulido final, los esquís se embalan y se depositan en un almacén desde dónde partirán hacia todo el mundo.
Del almacén tampoco hay fotos, pero os puedo asegurar que es el ¡¡¡paraíso!!!
Miles y miles de tablas de todos los modelos y tamaños delante nuestro.
Ha sido una experiencia fantástica de la que he gozado como un niño chico. Si alguna vez tenéis la oportunidad de poder visitarla no dudéis ni un momento, merece mucho la pena.