Los nervios del primer día de temporada de esquí son normales...te despiertas con más tiempo del habitual, revisas el material, subes a pistas con tu música favorita, aparcas en el parking y llega ese momento mágico...TE CALZAS LAS BOTAS Y EMPIEZAS A ESQUIAR. Lo que ya no es tan normal, es que esas sensaciones las tengas DOS VECES EN UNA MISMA TEMPORADA.
Y eso es lo que ha sucedido este pasado fin de semana....después de unos largos meses de confinamiento municipal y comarcal, por fin podíamos volver a esquiar con "normalidad". Y LA EMOCIÓN Y LAS GANAS ERAN MÁXIMAS!
En Masella estaba todo preparado, a pesar de que la nevada largamente anunciada no fue para tanto en la Cerdanya, gracias al frío intenso, se pudo fabricar mucha nieve...y cuando digo mucha es muuuuuucha. Así que la estación presentaba 52kms de pistas con un aspecto y una calidad de la nieve simplemente ESPECTACULAR!
Y el resto lo puso la gente, si si LA GENTE...porqué esa ha sido la gran novedad. La asistencia ha sido alta, cosa que deja clarísimo que LA GENTE TENIA MUCHAS GANAS DE ESQUIAR...pero sinceramente, no más alta que un día TOP de cualquier temporada pre-covid.
Dicho esto, y sin querer alargarme en el monotema del Covid, me gustaría felicitar a Masella por la buena gestión en este aspecto. Los remonteros y controladores de FFs están atentos a cualquier mascarilla mal puesta, y el orden de las colas mediante filas individuales me parece el gran acierto de esta temporada...sin duda, este estilo tan americano de hacer las colas te asegura mantener la distancia y por si fuera poco, hace que las colas sean mucho más relajadas. Espero que cuando el Covid sea simplemente un mal recuerdo, Masella mantenga este sistema de organización de colas.
El único punto en el que se vió un poco más de caos fue en las colas de recogida de FFs...unas colas que no deberían repetirse ya que con el FF recargable la gente ya no deberá volver a recoger su FF, lo recargará desde casa y directo a esquiar.
En definitiva, un gran "segundo" inicio de temporada...no bajemos la guardia con el dichoso virus pero subamos a esquiar, que todavía queda mes y medio de temporada y cada día esquiado es un AUTÉNTICO REGALO. Un regalo tanto físico como mental...
AL MENOS YO, PSICOLOGICAMENTE LO NECESITABA!