ACTUALIZACIÓN 2022
Este contenido publicado originalmente el verano de 2021 ha sido puesto al día y actualizado a fondo con muchas más imágenes y la inclusión de 19 rutas de ejemplo para inspirarte.
El fin justifica los medios. Me lo he currado para volverte a traer este contenido más fresco y apetitoso.
¿Por qué?
El verano y la playa tienen el riesgo innegable para nosotros los esquiadores. Sol, arena, cañitas, paellas, tapitas, marisco... Está muy bien, pero no podemos abandonarnos. Las bajadas extras de la temporada empiezan a ganarse ahora.
Por otro lado a veces es duro quitarse la montaña de la cabeza. A mi me pasa. Pero la costa puede resultar un valioso estímulo.
Te prometo que tras ver este artículo tendrás unas cuantas ideas y la inspiración que necesitas para llevar bien o de una mejor manera tus vacaciones en la costa de cara a las esquiadas venideras.
INTRO ORIGINAL
En las ideas y planes para este verano te prometía darte algunas ideas para aprovechar las vacaciones en la costa.
Como sabes la actividad física habitual es fundamental para gozar de buena salud, para ser más feliz y (sobre todo) para esquiar más y mejor en los meses de invierno. ¿Qué puede ser más saludable y hacernos más felices que eso? xD
El verano puede ser un peligroso punto de ruptura ya que corres el riesgo de perder tus buenos hábitos deportivos. Los esquiadores de corazón saben que un deporte tan exigente como el nuestro te obliga a cuidarte y ejercitarte todo el año, pero las tentaciones playeras son muchas y difíciles de evadir. El mayor problema de las vacaciones en el mar para nosotros suele ser hacer demasiado el vago y comer y beber de más en los chiringuitos.
O peor. Quizás lo tuyo no sea la playa y tú preferirías estar esquiando (difícil) o al menos estar pisando rocas y praderas de altura. Te entiendo. Y te toca ensuciarte de arena “obligado” por la familia, pareja o amigos. ¡No desesperes!
Encontrar la manera de seguir en forma, y “ganando bajadas” para el próximo invierno en la playa es una cuestión de actitud. Motivarte para aprovechar a tope esos días en el mar es algo que puedes conseguir.
Créeme. Puedes aprovechar esos días en el mar en tu beneficio.
En este artículo veremos juntos algunos métodos para utilizar las vacaciones en la playa de una manera eficaz.


Dividido entre el mar y el monte
Antes de entrar en materia, permíteme un poco de historia, la mía, y explicarte muy brevemente cómo he incorporado yo el mar exitosa y satisfactoriamente en mi "calendario deportivo".
Nací en Cantabria y viví mis primeros años en la tremenda playa de Laredo. Pero en mi niñez me mudé a los pies de la montaña leonesa y luego definitivamente a León, donde encontré el gusto por la montaña, que he llevado luego conmigo a otros lugares de residencia y que hoy día aún me acompaña.
Aunque en casa somos muy fans de la montaña (esquí en invierno y pateadas el resto del año), también somos asiduos de las costas y las playas. Y nuestro equilibrio lo hemos encontrado balanceando el calendario y/o buscando destinos con ambos elementos (playa y montaña).
Es una fórmula que en casa llevamos siguiendo desde hace más de diez años. Generalmente antes de nuestras “vacaciones de cansarse” (las de montaña de Agosto o Septiembre), pasamos algunos días en la costa en Julio. Este planteamiento nos ha funcionado muy bien tanto en el plano psicológico como en el físico.
Construimos nuestra base de condición física desde el final de la temporada de esquí, tratando de mantenernos siempre activos. La playa juega su papel aquí, y no es un papel menor.
Es tan sencillo y nos ha funcionado tan bien que me gustaría compartirlo contigo. Te aseguro que además de la ganancia física que puedas conseguir volverás con las pilas cargadas.

> ACTUALIZACIÓN: enlace a la web oficial de la FCDME con la descripción de la ruta litoral PR-S 252. Esta ruta la encontrarás también en el mapa de rutas donde comparto contido otras 19 ideas.
Escoge una ubicación costera estratégica
¿Playa o montaña? Se dice que hay que escoger, pero creo no es del todo cierto. ¿Por qué elegir si puedes tener las dos cosas?
Una elección sabia y bien medida del destino playero/costero puede brindarte una equilibrada combinación de playa y montaña que deje contento a todo el mundo, los playeros y los montañeros. Y, créeme, tener el monte junto al mar, aunque más modesto, te pone muy a tono.
Por lo tanto, el primer "truco" sería no descartar ni la costa ni el monte, sino buscar algún sitio que tenga las dos cosas. Personalmente, es mi opción predilecta. Puedes alternar jornadas o hacer una actividad de tarde y otra de mañana. No has de renunciar a nada. Solo tienes que poner el equipaje las chanclas y las botas.
En algunos lugares las fronteras clásicas de desdibujan y la costa y el monte se entremezclan bastante (Pico Cuetón en Asturias, imagen propia)
¿Encontrar un lugar así es difícil? ¿Son lugares lejanos? ¿Son rincones alternativos que no conoce nadie? ¿Son lugares caros? ¿Si llevo ahí a los míos me van a matar?
No. Los lugares que conjugan mar y montaña no son para nada exóticos, ni raros, ni ajenos, ni exclusivos y de hecho son, en ciertos casos, destinos populares. Y a casi todo el mundo le van a gustar.
Como regla general, la manera para buscar un buen destino mar y montaña seguiremos estos tres sencillos pasos:
Paso 1: Busca una costa que te guste.
Paso 2: Observa la zona costera y las áreas limítrofes: si tiene relieve y elevaciones... ¡Ya lo tienes!
Paso 3: Imagina o busca rutas por la zona ¡Dale caña y disfruta!
¿Qué tipo de terreno estamos buscando? Vale casi todo. Monte, media montaña, alta montaña, acantilados y costas accidentadas.
Puedes planificar una ruta por las montañas costeras desde las que divisas el mar o bien hacer unos pocos minutos de coche a alguna cordillera o zona montañosa vecina. Nuestra geografía peninsular es una mina… llena de pequeñas montañas cerca de la costa. ¡Y qué decir de nuestras islas!
Permíteme darte unos ejemplos. El listado no es exhaustivo, simplemente quieren servirte de referencia para que busques un buen destino de acuerdo a tus preferencias.
Asturias y Cantabria son un verdadero templo del mix mar y montaña del que soy un fijo desde hace años. Las montañas de la Cordillera Cantábrica están aquí a un paso. Literalmente puedes estar por la mañana en Tresviso en los Picos de Europa y por la tarde en la playa de La Franca tomandote un baño. A esto hay que sumar las sierras costeras de Sueve y Cuera (Asturias) o el pequeño monte Candina (Cantabria), que está liberalmente pegado al mar.
En general es la zona mixta que solemos escoger: lo tiene todo y no le falta de nada (salvo a veces el buen tiempo). La Cordillera Cantábrica tiene una disposición paralela a la costa. Por lo tanto siempre tienes alguna montaña cerca, incluso alta montaña. Incluso a veces la tienes accesible a pie desde la misma playa.
Vistas desde la Torre de Horcados Rojos, al fondo el Urriellu (Naranjo de Bulnes) y más al fondo el mar Cantábrico (imagen propia)
San Vicente de la Barquera (Cantabria), al fondo las cumbre nevadas de Picos de Europa (imagen propia)
Desde la cumbre del Solpico la bahía de Laredo y Santoña en Cantabria, este verano (imagen propia)... ¡literalmente sobre el mar!
Recientemente visitamos el País vasco francés y me sorprendió la proximidad del mar desde el Pirineo más occidental. Estando a un paso del litoral de Biarritz, un reputado destino surfero. Es otro ejemplo de cómo se puede conjugar estas dos esferas. Literalmente las playas y las montañas están a solo unos minutos en coche. El Pirineo aquí se va a lejando de la costa atlántica por su disposición Este-Oeste. Pero hay bastante terreno montañoso en la zona.
Sensaciones de alta montaña junto al mar del Pirineo en La Rhune (Navarra y País Vasco francés), al fondo la costa de Hendaye y Saint-Jean-de-Luz (imagen propia) Curiosamente hasta aquí llega un tren turístico.
Sorprendentemente, tanto Baleares, como Canarias son islas muy montañosas. Y creo que pocos lugares son tan populares por sus playas y su buen tiempo. Un destino turístico de primer orden que además ofrece mucha y muy buena montaña. Fuera de nuestras fronteras, la mediterránea Córcega cuenta también con alta montaña, y con el célebre GR20 que atraviesa la montaña de la isla. Uno de mis proyectos de futuro.
Anaga en Tenerife, sobran los comentarios (imagen propia)
Puesta de sol junto a una cala de Formentor en Mallorca (imagen propia)
¿Más ideas? Cuéntame, que las apunto todas. Me interesa muchísimo y seguro que a otros por aquí les resultará útil también.
Busca litorales y entornos interesantes
¿Qué pasa si no hay montaña en la costa escogida? No pasa nada :-)
En todo los casos, tengas o no monte para corretear cual una liebre, vas a tener todo el litoral disponible para recorrerlo.
La costa ofrece bonitos paisajes que son una excusa ideal para organizar alguna caminata costera. Recorrer la costa a pie te permite apreciar muchos detalles que normalmente pueden pasar desapercibidos, resulta relajante y está al alcance de cualquiera. Creo que pocas personas medianamente activas van a poner muchas pegas a dar un paseo por el litoral.
Pueblo de la Costa Brava (imagen propia)
Caminar, aunque sea en zonas llanas, es un estímulo estupendo para la musculatura de tus piernas. Y es muy difícil que te vayas a lesionar simplemente andando por la costa ¿cierto?
La orientación es simple y para regular la dificultad simplemente has de jugar con la distancia. Casi cualquiera puede hacer eso, niños y acompañantes menos aventureros.
Por tanto, es sencillo, seguro y asequible. E infinitamente mejor que no hacer nada ;-)
Además hay otro buen truco que puedes utilizar. Busca complementar la costa con un entorno del interior costero estimulante.
Aquí vale todo: desde pueblecitos y pequeñas atracciones turísticas (miradores, iglesias, ruinas) hasta parajes naturales (zonas boscosas, lagos, marismas). Con estos ingredientes y un poco de imaginación tendrás planes que te van a hacer moverte. Añade aquello que te interese más a ti y a los tuyos para que el objetivo sea más atractivo. El objetivo es mantenerte físicamente activo y 100% motivado.
El castillo de Suscinio en la Bretaña, te parecerá increible pero la foto se tomó desde una playa (imagen propia)
NOTA: Un buen litoral y un entorno chulo pueden ser el complemento ideal de una costa montañosa. Si tienes las tres cosas ¡enhorabuena!
Para que veas mejor a qué me refiero con una costa y entorno estimulante añado a continuación algunos ejemplos gráficos.
Galicia y el resto de la costa cantábrica ofrecen muchísimos kilómetros de sendas litorales que quitan el hipo:
Castro de Santa Tegra en Galicia, con vistas al mar, por supuesto (imagen propia)
PR252, sendero litoral en Prellezo, el Principado nunca defrauda (imagen propia)
Igualmente, en nuestras Canarias y Baleares, hay rutas costeras e interiores de lo más "golosas":
Paseo de cala en cala en el Parque Natural de Mondragó de Mallorca (imagen propia)
Paseo litoral con vista a Timafaya en Lanzarote (imagen propia)

Aquí en Francia también hay buenos paseos por la costa. Las Landas, es uno de mis lugares favoritos: hectáreas de bosques de pinos y playas lacustres para compaginar con sus kilométricas playas. Al estar tan cerquita de España es una buena opción.
Playa en un lago de las Landas, el mar está un poco más lejos al fondo (imagen propia)
En nuestro Mediterráneo creo que hay cientos de zonas para recorrer. Y en Francia, mención especial para la costa Marsellesa (côte Bleue y el Parque Nacional de las Calanques), así como de los rincones escondidos de la Côte d’Azur (la mal traducida "Costa Azul"):
Calanque d'En-Vau (cerca de Masella), justo detrás habia gente escalando (imagen propia)
Y nuestros vecinos portugueses tiene en el Algarve una costa de lo más singular, con playas fabulosas a la vez que con un carácter bastante único. Muy recomendable para mezclar baños y paseos.
Alvor en el Algarve: un litoral sorprendente con excelentes zonas de baño por doquier (imagen propia)
Practica deportes de todo tipo
Además de las posibilidades de ejercitar tus piernas caminando por los montes cercanos o la costa, el buen tiempo, la playa y el mar invitan a practicar otros deportes y actividades físicas. No pierdas la valiosa oportunidad de ejercitarte de las formas más variadas, incluso las formas que parecen más banales pueden hacerte ganar puntos para el invierno mientras desconectas y te lo pasas bien.
Los deportes acuáticos puede que aquí sean los reyes. No son mi fuerte, pero reconozco que pueden ser un grandísimo complemento y una fuente de horas de diversión en el mar. Quizás la primera opción que nos viene a la cabeza a todos es el surf, ideal para practicar tu equilibrio sobre la tabla y una opción que gusta a muchos esquiadores. Puedes probar lo que se te ocurra. Es un buen momento para darle una oportunidad a cosas nuevas... o no tanto... ¿o qué tal esquí acuático?
Cualquier deporte que escojas seguro que te hará bien.
Personalmente, un deporte que practico esporádicamente en estos lugares es el "remo". En el fondo “remar” es algo que comparte con el esquí xD
A bordo de un kayak en el Deva, a unos pocos km del mar (imagen propia)


Aquí la playa de Berria en Santoña (imagen eMotion 365)




Ríndete al encanto de la playa adecuadamente
Por supuesto, si vas a las costa la visita a la playa es obligada. Y ello no es necesariamente malo, incluso si la playa no es lo tuyo.
Encuentra tu reto o motívate para no estar quieto. El mal a evitar es apalancarse todo el día en la silla, la toalla o el chiringuito. La playa es un espacio al aire libre que puedes afrontar igual que una pista: sácale el jugo y muévete. Jugar a las palas, al frisbee, a la petanca, al volley playa es una buena idea. Puedes nadar, saltar olas y pasártelo como un crío en el agua. Si vas con niños juega con ellos. Si tienes perro idem. Y sin darte cuenta, haciendo alguna de éstas cosas, ya te estarás entrenando :-D
Si buscas algo más pausado o más sencillo simplemente camina.
La piedra angular del fortalecimiento del tren inferior es caminar. Es la actividad natural más propia de nuestra especie. En el caso de la playa hay una buena noticia: andar descalzo es sanísimo y una oportunidad bastante única de desarrollar músculos que utilizamos mucho menos de lo que deberíamos al llevar calzado. Además es un verdadero placer pisar la arena.
Para las caminatas playeras me gustan los grandes arenales de muchos kilómetros y preferiblemente arenas finas, que son más agradables al tacto (quizás el hecho de pasar mi niñez en la pedazo de playa de Laredo tenga que ver). Pero incluso las calas más modestas ofrecen un buen terreno para ejercitarte.
Oyambre en Cantabria, una de mis playas fetiche (imagen propia)




En las marchas playeras puedes alternar arenas profundas y secas, con arenas húmedas y firmes. Verás que el estímulo muscular y las sensaciones varían bastante. Si encuentras zonas dunares practicables… ¡has triunfado amigo! (Ojo, practicables, no te metas a estropear la vegetación dunar protegida). Las dunas ofrecen subidas y bajadas y una arena que te hace trabajar un montón. Fortalecen tus piernas y te hacen trabajar tu equilibrio.
Hay otra manera adicional de hacer trabajar duro a tus piernas: simplemente camina por el agua. Ve jugando con la profundidad: empieza por los tobillos, luego media tibia y quizás sube hasta las rodillas. No es preciso mucho más… deja que la distancia haga el resto ;-)
Recuerda que todo suma, son más bajadas extra en las pistas xD
Disfrútalo. La playa tiene su belleza y su encanto particular.
19 ejemplos de rutas costeras para inspirarte
Comparto contigo algunas de las rutas aquí citadas y algunas otras por si quieres realizarte o quieres consultarlas como referencia.
Son rutas que he realizo y registrado con mi GPS.
La costa es otra oportunidad más
En síntesis: descansa sí, relájate sí, desconecta sí.
Pero aprovecha también para sacarle partido al entorno marino, practica otros deportes y date caña cada vez que tengas una oportunidad.
Trabaja tus piernas en la arena, camina por la costa y sus alrededores y/o busca el terreno montañoso cercano para incrementar la carga muscular… y no dejes de practicar otros deportes que impliquen el desarrollo de otras zonas y otras habilidades. Tu cuerpo es un todo.
Los pasos y los esfuerzos de hoy son minutos extra de esquí de mañana.
¡Buenas huellas!… también en la arena.
Gracias por tu atención
¡Nos vemos en las montañas... cualquiera de los 365 días del año!