Ya han pasado 30 años...El reloj del tiempo avanza inexorable, pero por fortuna, una de las virtudes que el hacedor me ha concedio es la de la buena memoria, y aunque sea para lo bueno y parea lo malo, tener buena memoria siempre ayuda. Recuerdo que 1993 fue un año muy especial. Por un lado cumplí 18 y por otro, empecé a estudiar lo que realmente me interesaba, después de pasar por BUP y FP. Menudas campanas me marcaba para escaparme solo al cine. Lo que llegué a aprender por aquel entonces, no se enseña en ninguna universidad.
Por aquel entonces se estrenaron “Máximo Riesgo”, “En la línea de fuego”, “Jurassic Park” y “La Lista de Schindler” y a nivel de música y literatura, todo era distinto…Con 17 años disfrutábamos de los Heroes del Silencio y del Eurodance, con el What its love y el Only with you a todo volumen. Tengo que reconocer que esquiar con un walkman o un dicman era toda una experiencia. Hoy en día todavía me marco alguna bajada con auriculares.

Mis aventuras con los Maristas en Jaca y Astún (tal y como expliqué en su momento), se remontan a comienzos de enero de 1989. Desde entonces no falté a la cita del club de esquí, todos las Navidades y Semana Santa hasta llegar a 1993, cuando por primera vez el grupo de amigos esquiadores pensamos en ir más allá, como decían en Star Trek. De algún modo nos sentíamos como si estuviéramos engañando a nuestra primera novia, (Astún), pero en este maravilloso planeta hay muchas estaciones de esquí y la nieve…es para todos. Como nuestro nivel de esquí ya era más que correcto y bajábamos haciendo el cabra por todas partes, pensamos en los Alpes como meta, abriéndonos a nuevos horizontes…

Todavía no teníamos los 18, pero nuestros padres no pusieron ningún impedimento en firmarnos un papel donde nos autorizaban a cruzar todas las fronteras que fueran necesarias…hasta llegar a nuestro destino en los Alpes. (Papel que nunca llegamos a enseñar). Recuerdo que por aquel entonces mi querida Aurora, tras pasar de mi olímpicamente, ya se había quedado atrás, y su lugar en mi corazón lo había ocupado Laura, una maravillosa estudiante de farmacia y óptica que acabaría trabajando como co-propietaria en la preciosa farmacia-óptica Estrany, que su familia abrió hace varias décadas en la Via Laietana de Barcelona. Si pasais por allí, no dudeis en entrar.

Con Laura viví una anécdota preciosa en Porté-Puymorens y Soldeu-El Tarter, pero esta es otra historia. Os hablo de Laura porque aunque no se apuntara a nuestras esquiadas con los Maristas, algunos de nuestros amigos comunes si lo hacían y poco a poco surgió una buena amistad con Raquel y David, pareja por aquel entonces. Todo era mucho más sencillo que ahora, un teléfono fijo, cuelga tu, cuelgo yo…y quedar para tomar algo se convertía en todo un triunfo. Como dice Harrison Ford en “Seis días y siete noches”, - “la mejor manera de conquistar a un tío es que la chica acuda a la primera cita, los hombres somos tipos fáciles”. Si tu chica no te deja tirado, algo hay, ¡adelante!. ¡Que fácil era ilusionarnos hace 30 años!...Y que bonito a la vez. Por aquel entonces la camaradería y la solidaridad vivían un buen momento y tras un par de reuniones, poco antes de la Semana Santa de 1993 decidimos organizar una salida a Sestriere. Contemplamos varias opciones y la de Italia fue la que más nos sedujo por precio, por distancia, por número de días y tipo de apartamento.
Así pues, junto con mi buen amigo Pablo, nos asociamos con nuevos amigos esquiadores, unidos por una misma pasión y con un mismo objetivo en común. Salimos a media tarde desde la Pl. Francesc Macià, creo recordar y durante toda la noche cruzamos Francia. El autocar tardó más de doce horas en llegar a Sestriere, pasando por el Col de Montgenèvre. Nos instalamos en un precioso apartamento y sin hacer la compra ni nada, nos cambiamos y directos a los remontes. ¿A quien le importan nuestras ojeras?. Nuestra espalda estaba rectangular pero con 17 todo se aguanta sin problemas. Los primeros días los dedicamos a recorrer Sestriere y Borgatta, para familiarizarnos con la estación. A nosotros nos pareció enorme y por la época del año en la que estábamos, tenía muy buena nieve. Se notaba que estábamos casi siempre por encima de los 1800-2000m.
Al cabo de un par de días subimos en telecabina hasta el Monte Fraiteve, a 2.701m y mirando el reloj, decidimos bajar por un par de rojas muy potentes y subir hasta el Col Basset, a 2.424m. Movidos en parte por las ganas de esquiar en un dominio nuevo y al ser nuestra primera vez en los Alpes, no calculamos bien las distancias y los tiempos y pensamos que bajar hasta Sauze d´Oulx, en la Val Susa (que forma parte de la Via Lattea) y volver a subir, sería coser y cantar. Estábamos muy equivocados. Super motivados, bajamos por una zona boscosa preciosa pasando por Sportinia y seguimos bajando hasta que casi no quedaba nieve en la pista. Mirabas a tu alrededor y todo era mágico, enorme. Un paisaje precioso, amigos a tu alrededor y poco gente esquiando. Era ideal. La última parte de la bajada interminable hasta Sauze d´Oulx, la hicimos en telesilla debido a la falta de nieve (era la única zona donde el sol pegaba fuerte) y justo al llegar abajo, el encargado nos dijo que con algo menos de una hora y media no tendríamos tiempo suficiente para volver a subir hasta el Col Basset y bajar unos metros para volver a subir hasta el Monte Fraiteve.
¿Y que pasó?, pues lo que a muchos les ha pasado por lo menos una vez…que cerraron los remontes y nos quedamos literalmente colgados en Sauze d´Oulx, a 1.509m, mirando hacia Bardoneccia y la frontera con Francia y el túnel de Frejus con cara de pasmados. Al ser niños bien y con ciertos conocimientos y cultura, no tardamos en idear un plan y preguntando se llega a Roma, o en este caso, a Sestriere. Por fortuna, al ser seis personas pudimos alquilar un taxi-furgoneta y cerrar un precio asequible para todos tras un buen regateo. El taxi pasó por Cesana Torinese, justo por debajo de San Sicario y subió hasta Sestriere, dando una vuelta que a nivel panorámico, tengo que reconocer que fue muy interesante.

En enero de 1994 regresamos a Astún y en Semana Santa a Pas de la Casa. Luego en 1996 llegarían Les 2 Alpes en el Puente de la Purísima y a partir de 2004, Zermatt sin parar, pues empezamos a escribir libros sobre Suiza con Desnivel y a colaborar con Switzerland Tourism, SBB, la MGB y Swiss. Eran otros tiempos, éramos muy felices y por fortuna, hoy en día lo seguimos siendo.