Nos esperan por delante un par de años como mínimo inciertos en lo que a capacidad de defensa ante la pandemia se refiere, con un cambio evidente en el modo de vida de millones de personas. Los sectores de servicios, ocio, cultura y turismo serán los que mas sufrirán, en todos los niveles, poniendo a prueba su capacidad de reacción. Los próximos meses marcarán un antes y un después, con un desempleo alarmante y la desmoralización de buena parte de la sociedad, contando con que muchos hoteles, bares, restaurantes, teatros, salas de conciertos, cines y discotecas, serán pasto de la crisis coronavírica. En el Mediterraneo vivimos del ocio, la cultura y el turismo, y si nos cortan las alas, todos sufrimos.
Si, no podemos negar que junto a la catástrofe humanitaria que supone cualquier pandemia descontrolada o mal gestionada, existen unos daños colaterales y unos efectos secundarios que pueden llegar a ser imprevisibles a medio-largo plazo, a menos que las sociedades modernas estén preparadas tanto a nivel intelectual como productivo, para saber capear el temporal de la mejor forma posible. Dentro del turismo y el ocio, actividades deportivas como son el esquí y los deportes de montaña en general, cuentan con un gran aliciente a su favor: estos se desarrollan al aire libre, a gran altitud, siendo el peligro de contagio menor, a menos que se importen los virus de otras zonas infectadas.
A nivel general, desde la UE ya nos están avisando de un retorno a la “normalidad” que será progresivo en todos los sectores a partir de mayo-junio, comenzando por las tiendas y establecimientos de pequeño tamaño, oficinas, talleres, consultas…para seguir con una parte del ocio, los bares, restaurantes, cines y teatros, acabando en los hoteles, las escuelas, guarderías, universidades y las zonas de ocio nocturno, con discotecas y bares musicales.
Actualmente, son muchas las oficinas de turismo, federaciones comerciales, entidades y gremios que están trabajando en un nuevo concepto de “proximidad”, creándose la necesidad de desarrollar políticas de recuperación económica que ayuden al pequeño y mediano empresario a volver a facturar. El nuevo concepto apostará por al cercanía, la sencillez, el no gastar en exceso y el ahorro, apoyando el comercio local, las pequeñas tiendas y las empresas familiares. La idea es intentar ser mas solidarios que antaño (tarea harto difícil en mucho países). Cuando se levante el estado de alarma, (mayo-junio), será el momento de aplicar los nuevos conceptos al turismo de esquí y montaña, buscando salvar como sea el verano. La crisis del Coronavirus nos ayudará, de algún modo, a regresar a un tipo de turismo que prima la cercanía y la autenticidad a los grandes viajes y el lujo excesivo.
Humildad, emoción, cercanía y autenticidad: Pirineos
En las estaciones de esquí del Pirineo, así como en las de los Alpes y el resto de cordilleras (con alguna excepción) la temporada ya ha terminado, siendo esta una de las mejores que se recuerdan en los últimos años. La sensación agridulce que produce el perder la Semana Santa tras una excelente campaña (sin saber como se presentará el verano), ha invadido la mayoría de poblaciones de montaña que viven por y para el esquí y las actividades al aire libre. En este sentido, una vez se levante la cuarentena de forma progresiva, veremos que medidas restrictivas reciben nuestras montañas, (probablemente tengan mejor fortuna que las playas conde no se permitirá la masificación). Grandes hoteles situados a lo largo de la costa Mediterránea ya han anunciado que la campaña de verano está perdida o casi perdida. Varios hoteles de gran lujo de la ciudad de Barcelona han cerrado sus puertas hasta octubre, esperando recuperar el 40% de ocupación antes de Navidad.
Es evidente que la crisis vírica ha creado un estado de miedo que se alargará mas allá del verano, esperando que los nuevos brotes no creen una pandemia de iguales características a la actual. Ante la falta de motivación actual, se impone una política de acción-reacción, buscando alternativas que nos permitan disfrutan de unos días de vacaciones, de una forma tranquila, segura y agradable. Es aquí donde el nuevo modelo de turismo de proximidad se convertirá en el principal protagonista cuando la sociedad pueda tomarse unos días de vacaciones. Los últimos informes procedentes de la UE sitúan el retorno a la normalidad económica en el sector turístico en invierno, subiendo de forma gradual la apertura de vuelos y hoteles en países de dentro y fuera de la UE. Aunque es cierto que en julio, (si todo va bien), ya se podrá viajar por España y por varios países de la UE (también por Suiza y Noruega), están por ver las normas o restricciones que cada país aplicará hasta el total retorno a la “normalidad”.
Ya han sido varias las regiones pirenaicas, a ambos lados de la cordillera, que han manifestado su interés en inyectar una buena cantidad del presupuesto destinado a proyectos de marketing, promoción y publicidad, a promocionar el Pirineo de un modo mucho mas auténtico y cercano al que quizás estaban acostumbrados. Tanto en España como en Francia, ya se está trabajando para potenciar el turismo de proximidad, invitando a la sociedad a que disfrute de sus vacaciones de verano y los fines de semana en zonas próximas (máximo unos 300km de viaje), dejando para el futuro los grandes viajes. Las aerolíneas por otro lado, no tiene muy claro cuando y como van a poder volver a llenar aviones, siendo los vuelos transoceánicos los que tardarán mas en recuperarse. En Catalunya la Generalitat ya ha manifestado su interés en potenciar la magia, la gastronomía y las principales poblaciones de montaña del Pirineo catalán, así como las estaciones de esquí que en verano ofrecen actividades deportivas.
En Francia, Carole Delga, Presidenta de la Région Occitanie / Pyrénées-Méditerranée, ha declarado recientemente que una de sus prioridades actualmente es potenciar el turismo de proximidad, dando a conocer la gastronomía, el paisaje, el termalismo y las actividades que la montaña nos ofrece en verano y en otoño, esperando que la próxima temporada de esquí sea excepcional.
Delga invita a los habitantes de la región que preside y a quienes viven relativamente cerca, a disfrutar de las vacaciones en el sur de Francia, aprovechando al máximo lo que el Pirineo ofrece. Junto a Delga, se van sumando mas y mas presidentes, alcaldes y responsables de asociaciones que buscarán potenciar al máximo el turismo regional una vez se levante el estado de alarma y progresivamente se pueda volver a la “normalidad”. Son tantas las actividades que podemos realizar en la montaña, ya sea en España, Andorra o Francia, que este verano y el próximo invierno, marcas como Aramón, GrandValira, Vallnord, las estaciones de FGC o Les Neiges Catalanes, van a esforzarse al máximo para desarrollar nuevas campañas de comunicación y promoción, desarrollando el ingenio, la creatividad y la promoción de un modo nunca visto.
Todavía es muy pronto para sacar conclusiones, pero de momento, el turismo de proximidad se presenta como la gran baza a favor de recuperar poco a poco la economía, esperando que podamos viajar cada vez mas y mas lejos…o igual durante un tiempo tampoco hace falta.
Víctor Riverola i Morera