El otro día nuestro compañero Sam compartía con nosotros unos excelentes videos de esquí contemporáneo. Aprovechemos estos modelos de esquí eficiente para, por un lado señalar una serie de características comunes y, por el otro, desmentir tres de las falsas creencias más dañinas que han circulado en los últimos años: en concreto la separación excesiva de las piernas, la inclinación y la conducción
Derrapaje
El derrapaje ha estado proscrito durante casi veinte años; no obstante, como vemos en las demostraciones de estos vídeos, el derrapaje es perfectamente eficaz y, con frecuencia, imprescindible. Pasaron los tiempos en los que se relacionaba esquiar bien con la conducción cortada pura exclusivamente. Podemos derrapar al inicio de las curvas para colocar los esquís, o durante la misma, para dirigir y controlar la velocidad. Desde la conducción cortada hasta el derrapaje lateral, hay infinidad de posibilidades intermedias que podemos regular y elegir para adaptarnos al terreno y esquiar más eficazmente.
Hombros horizontales
También ha pasado la moda del exceso de inclinación, en los que solíamos ver a la gente con la mano exterior volando por el aire. El centro de gravedad se acerca al suelo, sí, pero los hombros se mantienen más o menos horizontales a lo largo de toda la curva, lo que favorece la angulación de la cadera y el buen apoyo en el esquí exterior desde el comienzo del viraje. Por supuesto, a veces los brazos se levantan y se separan del cuerpo para favorecer el equilibrio; pero esto ocurre, normalmente, solo al inicio de las curvas hechas a mucha velocidad, o como reacción natural del cuerpo cuando perdemos el apoyo en el esquí exterior.
Traza estrecha
Por fin la comunidad del esquí está de acuerdo en que la traza estrecha puede ser tan eficaz como la ancha. No se trata de llevar los pies pegados ni las piernas bloqueadas, pero sí de emplear con naturalidad una separación variable según las necesidades. Resumiendo mucho, podemos acordar que la traza ancha - las piernas muy separadas - proporciona estabilidad y la estrecha movilidad; de la combinación dinámica de ambas obtenemos el máximo rendimiento, eligiendo en cada momento la más apropiada a las circunstancias y nuestro propio estilo.
Veamos a continuación cómo interpreta el esquí contemporáneo nuestro compañero Nes, en mi opinión un excelente demostrador de este esquí moderno y eficiente, tanto en su versión "de escuela" como en la deportiva.
¡Buenas huellas!
Carolo © 2014