En el foro de técnica hay una interesante discusión acerca de si debemos llevar los pies juntos o separados, que ha devenido en otra sobre la técnica de baches. Efectivamente, en las bañeras, a poco que queramos ir rápido, los pies más juntos (aunque no bloqueados) nos harán esquiar con mayor estabilidad facilitando el equilibrio... ¿Contradictorio? Veamos por qué.
Está claro que, cuanto más separadas tengamos las piernas, mayor base teórica de sustentación vamos a tener y, en consecuencia (en teoría) mejor vamos a poder regular el equilibrio. Esto es aplicable al esquí alpino de manera general pero, en los baches, sobretodo en los baches de competición, no solo no se cumple esta regla sino que, si queremos desestabilizarnos menos, tendremos que llevar los pies lo más juntos posible. Con independencia entre las piernas, por supuesto, pero juntos. Las razones son varias y tienen todas unas que ver con otras.
Cuando bajamos a cierta velocidad por baches relativamente grandes, y abrimos las piernas, la cadera se desestabiliza y nos desequilibramos. Es una simple cuestión de física, unida a cómo funciona nuestro aparato neuromuscular. El las bañeras, nuestro centro de gravedad trata de ir lo más estable hacia abajo por un terreno irregular y muy cambiante. Éste centro de gravedad (más o menos en la zona del ombligo, cerca de la cadera) está sometido a una serie de fuerzas externas, entre ellas, las de la reacción de la nieve que se transmiten al cuerpo a través de los pies. Si las piernas están muy separadas, esos dos vectores de fuerza que pasan por los pies están también muy separados y, además, inciden sobre el centro de gravedad con direcciones bien distintas. De este modo, al discurrir por la bañera, el centro de gravedad se desestabilizará de manera poco predecible. Por el contrario, si las piernas están más juntas y, en consecuencia, esos dos vectores lo están también, las fuerzas de reacción llegarán al centro de gravedad con una intensidad similar y más o menos con la misma dirección. Para nuestro sistema neuromuscular será más fácil, pues, mantener el equilibrio, si los pies están más juntos. Veamos cómo, en las dos fases más importantes de la curva en el esquí de baches.
Con los pies juntos (arriba), conseguimos que las fuerzas lleguen a nuestro centro de masas de forma más homogénea, con una dirección e intensidad similares; de este modo nos desestabilizan algo menos que con los pies separados (abajo).
Fos Jan Vokaty. Esquiador Carlos Guerrero Castillo, Mammoth Mountain 2011
Cuando llegamos a la fase de absorción en un bache grande, necesitamos resistir unas fuerzas enormes. Si nuestras piernas van separadas sólo podremos resistir esas fuerzas con una de las dos, pues la pierna interior estará más doblada (en el plano inclinado del lateral del bache) y le será imposible hacer la contracción necesaria para absorber. Además, no lo perdamos de vista, ésa pierna más doblada se adelantará y nuestro centro de gravedad estará retrasado respecto de ella, recibiendo, como decía en el párrafo anterior, la fuerza con una dirección que le perjudica. En este momento nuestro cerebro estará recibiendo información muy confusa, pues cuanto más separados estén los pies respecto al plano de la pista, mayor número de regulaciones tendremos que introducir simultáneamente para mantener el contacto con la nieve en cada una de las piernas. Eso, como digo, en un terreno muy irregular y en varios planos (el antero posterior y el lateral).
En la fase del desencadenamiento del siguiente viraje encontraremos un problema similar. Por lo mismo que he explicado antes, si los pies están muy separados tendremos que hacerlos entrar, por así decirlo, por dos caminos distintos, ya que en la cresta de un bache el carril que lleva hasta el siguientes está, por regla general, inclinado también en dos planos distintos. De este modo será más difícil flexionar los tobillos simultáneamente y trasmitir presión a las espátulas de los esquís para hacerlas entrar en el siguiente bache.
Y, en fin, hay muchas más razones pero por hoy tenemos suficiente. En el próximo capítulo seguiremos discutiendo la técnica "peculiar" de los baches. hasta entonces
¡Buenas huellas!
Carolo © 2007