El hielo, ése al que casi todo el mundo le teme por la sencilla y equivocada razón de que casi todo el mundo dice que es difícil. En este articulillo vamos a intentar desmitificar esta “cuasi” superstición, con objeto de ayudar a los menos experimentados.
En el hielo se puede esquiar, naturalmente que se puede, y se esquía exactamente igual que en el resto de las nieves. Esto lo primero. Si a uno le asusta el hielo, no le vendría mal reflexionar sobre qué es el esquí. El esquí consiste en deslizarse, guardando el equilibrio, por una superficie resbaladiza. Si recordamos las primeras veces que esquiamos, esa sensación de desequilibrio nos pareció como mínimo desconcertante y, casi seguro, tuvimos la impresión de que era imposible poder controlar el vehículo que estábamos manejando.
Con las horas de práctica, nuestro cuerpo aprendió a caminar por esa cuerda floja del equilibrio inestable y a regular los movimientos que hacíamos para mantenernos encima de ese vehículo que ya empezábamos a dominar.
Luego, un día fatídico, algún amigo nos dijo que “el hielo era más difícil”, y con ello nos hizo el peor favor que se le puede hacer a un esquiador. Efectivamente, llegó el día en que pasamos por encima de una placa de nieve dura y, al oír bajo nuestros pies un sonido diferente, y tener sensación de que los esquís corrían más, nos acordamos de aquello con que tanto nos habían asustado. Como consecuencia, desconcertados con esa nueva sensación (igual que estábamos desconcertados con la sensación de deslizamiento nuestro primer día de esquí dejamos de ejecutar los gestos que ya teníamos dominados en otras nieves, cometimos un pequeño error y, desgraciadamente, reforzamos la idea equivocada de que “el hielo es más difícil”.
No, el hielo no es ni más ni menos difícil; es, simplemente, diferente. El hielo tiene un coeficiente de fricción menor que otras nieves más blandas y, por eso, resbala más. Pero ¿No es a resbalar cuesta abajo a lo que vamos a la montaña? La nieve en polvo resbala más que el salón de mi casa, y no por eso digo que sea más difícil.
Carolo © 2007