Nosotros no tenemos ninguna duda: las botas son el elemento más importante del equipo. A través de ellas sabemos lo que ocurre bajo nuestros pies y transmitimos las órdenes a los esquís.
Sin embargo, a diferencia de la unión bota/fijación, el ensamblaje pie/bota no está estandarizado. Cada pie es único y ello implica que nuestra bota ideal debe ser también única. Por eso hay que dedicar toda la atención y tiempo que haga falta para conseguir un ajuste preciso y sin molestias.
¿Por qué solo probamos botas de gama alta en el test de Esquí Pro?
Por dos motivos:
Uno: por una pura cuestión de operativa. La prueba de una bota es mucho más laboriosa y larga que la de un esquí. En el test de esquís la dinámica es ágil: nos calzamos un modelo, subimos en el telesilla, lo esquiamos (siempre siguiendo nuestro protocolo de análisis), anotamos la valoración, cambiamos de esquí y volvemos a subir en el telesilla.
Para probar una bota hace falta mucho más tiempo, empezando porque no podemos tenerlas a pie de remonte sino en un lugar cerrado, a temperatura confortable. Además, el proceso de calzado/descalzado lleva su tiempo y aunque las evaluamos en su configuración de base, sin personalizar, el probador debe dedicarle unos minutos a ajustársela correctamente.
Por eso podemos probar muchos más esquís que botas.
Dos: porque -y volvemos a decirlo- las botas son el elemento más importante del equipo y vale la pena no escatimar en la elección. Por eso nos centramos en lo mejor de cada marca y priorizamos el análisis de las gamas altas.
Al contrario de lo que puede pasar (no siempre) con los esquís, una bota ‘mejor’ no es más difícil. Las botas de gama alta no requieren un mayor nivel técnico, ni tampoco físico. Una buena bota y bien personalizada nos ayudará en nuestro esquí.
Recuerda: unas buenas botas te harán mejor esquiador.
Talla, horma y flexión. Los tres parámetros clave
Como continuación del artículo en el que explicábamos las principales categorías de esquís, vamos a repasar los tipos de botas que probamos en el Catálogo Esquí Pro 2022.
A diferencia de los primeros, la clasificación de las botas por categorías no es tan evidente (salvo en el caso de las de freeride y algún otro segmento). Lo importante es fijarse en algunas de sus características.
Tres son los principales parámetros para elegir una bota: talla, horma e índice de flexión.
Talla:
Puede resultar obvio, pero es lo primero que debemos tener claro. Las botas tienen que ser exactamente de nuestra talla, ni más, ni menos.
Por supuesto no nos pueden quedar pequeñas, pero si nos van grandes perdemos precisión y el confort no mejora.
Todas las tiendas tienen aparatos medidores con los que saber la talla que nos corresponde.
Horma:
El volumen y la forma interior de la bota son trascendentales, pues no hay dos pies iguales: anchos, estrechos, voluminosos, delgados, con el empeine alto o bajo…
La horma interviene directamente en el ajuste de la bota con el pie y condiciona tanto el confort como las prestaciones. En la actualidad, muchas marcas ofrecen diferentes hormas de un mismo modelo y ello permite encontrar botas deportivas e incluso de competición con mucho volumen y, al contrario, botas para un esquí menos exigente con horma estrecha.
En todo caso, confort y precisión son dos cualidades contrapuestas. Si quieres la mejor transmisión, la bota tiene que apretar… la decisión es personal e intransferible.
Índice de flexión:
Por último, es importante elegir la dureza de flexión adecuada a nuestras características. “Más dura” no es sinónimo de “mejor”, tenemos que poder articular el tobillo lo suficiente para trabajar eficazmente sobre los esquís. El índice de flexión determina cuánto cede la caña de la bota bajo el apoyo del esquiador. Es indiscutible que un atleta con muchos kilos de músculo necesitará una bota más rígida que una chica de 50 kg. La mayoría de modelos están disponibles con diferentes durezas.
Las marcas utilizan un baremo común para medir el índice de flexión, pero no está unificado y botas distintas con el mismo índice no tienen una rigidez exactamente igual.
Para el test pedimos flexiones elevadas, de 130, porque es la dureza que utilizan la mayoría de nuestros probadores; pero prácticamente todas las botas que probamos están disponibles con índices de flexión inferiores.
Elige por sensaciones
Con todo lo explicado, nuestra recomendación es que acudas a una tienda especializada, te dejes aconsejar y elijas con el tacto, no con la vista. Si tienes el pie estrecho y pesas poco te convendrá una bota con poco volumen, pero con un flex suave; si eres un potente ‘big foot’, lo mejor será una menos ajustada, pero dura de flexión.
Y no hay que olvidar que la elección es sólo el 50% de la compra. Luego toca personalizarla, eliminando puntos de presión y revisando zonas en las que sobre o falte espacio. Las botas tienen que ir ajustadas, pero no deben doler.
A continuación te detallamos las características de las botas que probamos en el test Esquí Pro 2022.
Gama alta/All mountain
Son, probablemente, la mejor opción para la mayoría de esquiadores. Botas con muy buenas prestaciones, con un alto equilibrio entre precisión y comodidad.
Características
- La oferta de hormas se suele mover entre 98 y 100 mm, llegando en algunas versiones a 102 mm.
- Los botines tienen un muy buen compromiso entre ajuste y confort.
- Ofrecen más posibilidades de personalización por termoformado que las de gamas inferiores.
Para quién
Esquiadores frecuentes y con buen nivel técnico, que quieren una bota precisa y eficaz, pero con un confort mayor al que ofrece una bota race.
A favor
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En contra
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Race
Prioridad absoluta al rendimiento. La precisión y la transmisión directa entre el esquiador y el terreno es el principal objetivo, en detrimento del confort.
Características
- Muy sólidas y rígidas.
- Hormas estrechas, entre 95 y 98 mm. Algunas marcas ofrecen versiones de horma media, hasta 100 mm.
- Botín delgado y duro.
- Índices de flexión entre 110 y 140. En algunos casos más suave, hasta 90..
Para quién
Esquiadores deportivos, para los que el rendimiento prevalece sobre el confort.
A favor
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En contra
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Freeride
Combinan el rendimiento de una bota alpina en los descensos con las características y mecanismos necesarios para efectuar ascensos con pieles o caminando.
Características
- Horma media, de 98-100. Algunas llegan a 102.
- Durezas a partir de 90-95, hasta 130.
- Sistema de desbloqueo de caña.
- Inserts para fijaciones pin, de skimo.
- Suela preparada para caminar.
Para quién
Esquiadores de fuera-pista que necesitan las funciones de una bota de skimo para ascender con pieles o a pie, pero que no quieren renunciar al rendimiento en los descensos.
A favor
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En contra
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