El primer tramo del viaje lo hicimos tras nuestro último día de heli-ski, por lo que la mayor parte del trayecto lo hicimos de noche y aunque no nevaba la visibilidad en la carretera era bastante mala, por lo que el viaje se nos hizo bastante duro. Pero bueno, finalmente conseguimos llegar a Lake Louise, donde una vez más nos alojamos en un hotel muy bonito cerca del lago. Aquí también había muy poca nieve:
Al día siguiente esquiamos en Lake Louise. Se trata de la estación más “Europea” de todas las que visitamos, con una mayor densidad de remontes, remontes en general más modernos y más gente en pistas. Junto con Sunshine Village y Mt. Norquay conforman la Tri-Area, un grupo de estaciones situadas en los alrededores de Banff y que comparten forfait. Nuestra impresión es que esta área es bastante más fría que las zonas anteriores, pero que las precipitaciones son bastante más escasas.
A nivel de paisaje, Lake Louise es una estación realmente bonita, y como erael primer día que esquiábamos con sol desde que llegamos a Canadá por fin pudimos ver vistas despejadas:
El día que esquiamos en Lake Louise nos encontramos con una competición de freeride, y ahí nos pasamos un rato viendo a una serie de máquinas haciendo el burro por una ladera reservada a esta disciplina:
Ya por la tarde nos dedicamos a dar un paseo por el lago. Es un sitio muy especial, un lago helado con un hotel que parece el de “El Resplandor” en una esquina y circo de piedra increíble que lo enmarca en el otro. Además, en el lago había un montón de esculturas de hielo para acabar de completar el paquete.
Dragón de hielo con el hotel de “El resplandor” detrás. Sólo nos faltó encontrarnos con Jack Nicholson…
Nuestro último día de ski fue en Sunshine Village. La verdad es que fue el peor día de ski de todo el viaje. Por una parte, la estación no nos gustó demasiado, dado que nos pareció que es muy alargada y con unos desniveles no demasiado grandes (en este sentido me recuerda un poco a Saint Lary). Por otra parte, la nieve estaba bastante dura y hacía bastante frío. Por supuesto, la estación cuenta con la famosa zona del Delirium Dive, que tiene una pinta espectacular, pero para acceder hace falta ir equipado con Arva (cosa que no teníamos) y de todas maneras el día que nosotros estuvimos estaba cerrada por riesgo de aludes. De hecho, a lo largo del día escuchamos unas cuantas detonaciones destinadas a provocar aludes en esa zona. De este día no tenemos ninguna foto, porque nos dejamos la cámara en el coche.
Por la tarde, camino de Calgary nos dimos una vueltita por Banff y finalmente llegamos a nuestro último destino a dormir par salir de vuelta al día siguiente al mediodía. Aprovechamos nuestras últimas horas en Canadá para conocer un poco esta ciudad. Nos pareció una ciudad muy agradable, cosmopolita y ordenada. Aquí van las últimas fotos del report.
En el hall del hotel:
Skyline de Calgary:
Despidiéndonos de la Policía Montada del Canadá:
Y tras todo esto, sólo nos quedaba responder una última pregunta: ¿Cuándo volvemos a Canadá?
Página 5: Capítulo 5: Great Canadian Heli-ski