Aquí veis la salida del hotel a pistas, os podéis imaginar los nervios que teníamos:
En previsión a lo que teníamos planeado para los siguientes días, contratamos en la estación una cursillo de dos días llamado “steep and deep camp” (profundo y empinado, a que suena bien???). Es un curso de dos días con un monitor para un grupo de 4 como máximo, y la idea es que te lleven fuera de pista a buscar la mítica nieve polvo de las Rocosas. Nosotros tuvimos suerte y tuvimos una monitora para nosotros dos solos. Se llama Kathy y es una loca que después de haber pasado unos años en el mundo de la competición ha andado de guía de montaña por varias estaciones en Norteamérica y Euopa y desde hace unos años vive en Fernie. En la foto podéis ver a Marta (de verde) y a Kathy de azul:
Aprovecho esta foto y las dos siguientes para contaros algo sobre la estación de Fernie. Se trata de una estación no excesivamente grande, (calculo que en España tendría unos 50 kms de pistas), que tiene la peculiaridad de que es una de las estaciones que más nieve recibe en todo Canadá (la pasada temporada recibieron unos 18 metros!!!). Como en muchos otros sitios de Canadá, el número de pistas con nieve pisada es relativamente escaso, y todo el resto es: BAJA POR DONDE PUEDAS! La verdad es que no tiene nada que ver con ninguna estación europea que conozca, y las posibilidades son infinitas.
Como veréis las pistas están a tope de gente y se hace difícil encontrar un camino para bajar ; ). Otra cosa llamativo es el hecho de que a pesar de estar cayendo una nevada espectacular al estar esquiando entre pinos la visibilidad es perfecta. Bastante diferente a lo que ocurre cuando subes por encima de la línea de árboles:
Y aquí una última foto de los tortolitos:
Pero bueno, no todo va a ser esquiar, y también hay que decir que la amiga Kathy, además de enseñarnos a defendernos en nieve hasta las rodillas, nos llevó a unos sitios espectaculares a comer, no los típico chiringos de pistas, sino restaurantes en condiciones. Eso sí, como diría uno de mis reporteros nevasportianos favoritos (la Mega), el Megacopo dale que te pego sin parar:
Y al final del día, de vuelta al hotel para un merecido descanso…
La ventanita y la terraza que se ven a la derecha de la puerta de entrada son nuestra habitación…
Para terminar este capítulo, me gustaría contaros algo sobre el pueblo de Fernie. Se trata del típico pueblo del oeste americano, originariamente dedicado a una extracción minera. Pero hoy en día, en vez del negro carbón (que continúa activo) la principal actividad es la relacionada con la nieve y otros deportes de aventura en verano. En la foto podéis ver la calle principal de Fernie sepultada bajo la nieve, con la estación en segundo plano.
Lo más curioso de todo es la abundancia de la figura conocida como “ski bum”. Son chavales (y a veces no tan chavales), que tienen cualquier trabajo cutre en el pueblo, con tal de que les permita dedicar el día a trinchar el powder a destajo. Tanto es así, que en el comercio local hay una cosa que se llama “the twenty centimeter rule”, que dice que si por la noche han caído más de 20 centímetros de nieve en el pueblo, las tiendas ponen un cartel de “sorry, gone skiing”, y no abren hasta las 12 del mediodía, para que la gente pueda escaparse a trinchar. Por último, también hay que destacar que en el pueblo hay unos cuantos restaurantes que realmente merecen la pena, como este japonés que nos recomendaron:
En resumen, un sitio de lo más cachondo y recomendable!
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