El sitio elegido para hacer heli-ski es uno de los operadores que funciona con helicópteros pequeños y grupos de cuatro clientes con un guía. Después del alojamiento de Island Lake, el lodge de GCH parecía un poco cutrecillo. Son unas construcciones más tipo motel americano, con bastante poca gracia, pero eso sí, la comida es increíble, mejor incluso que la de Island Lake!
Paso a comentaros nuestras impresiones sobre la comparación entre el cat-ski y el heli-ski:
- El terreno de bosques era sin duda mejor en el cat, por tratarse de una finca privada en la que hacen podas selectivas. En el heli-ski normalmente operan sobre superficies mucho mayores, y suelen tratarse de terrenos comunales en los que no pueden realizar este trabajo. Por eso a veces terminabas en bosques bastante cerrados que te complicaban bastante la vida. Eso sí, en las zonas no tan cerradas, nos encontramos los espesores más escandalosos de todo el viaje, llegando a hundirnos hasta cerca de la cintura a pesar de llevar unos tablones gigantes
- Si el tiempo y las condiciones de nieve lo permiten, el helicóptero te puede subir a alturas mucho mayores en un pis pas, accediendo a zonas mucho más remotas de lo que llegarías con el cat. En nuestro caso tan sólo una tarde levantó algo el tiempo y pudimos subir a zonas altas, y la verdad es que fue espectacular. Eso sí, en momentos puntuales y si el tiempo se pone realmente mal te puedes quedar en tierra. Nosotros perdimos media mañana por esta causa
- El cat-ski es bastante más social que el heli-ski. Andas en un grupo mayor y en las subidas (típicamente duran unos diez minutos), tienes tiempo de conocer a la gente del grupo. Nosotros tuvimos un grupo de norteamericanos muy majos, y disfrutamos mucho del ambientillo. En el helicóptero no hay quien hable con el ruido, y cuando estás esquiando tampoco tienes mucho tiempo para hacer la tertulia. Nosotros compartimos grupo con un matrimonio de alemanes bastante majos, pero no tuvimos ocasión de hablar tanto
- En el cat-ski la comida se hace en el propio cat mientras subes, mientras que en el heli-ski se para a media jornada para comer. Se monta un mini campamento y se come en la calle. Durante nuestra estancia no hacía demasiado frío, pero la verdad, comer en la calle a 15 o 20 bajo cero, no sé yo… Y claro, en el Cat no pierdes ni un minuto para comer!
- Por último, desgraciadamente hay que hablar del precio. El cat-ski es caro, pero el heli-ski es una pasada de caro. Pero bueno, para precios hay bolsillos
Bueno, dicho esto, ahí van unas fotillos, que es lo que gusta de verdad. Desgraciadamente aquí son todas nuestras, y eso se nota…
El pajarito en medio de la nevada:
La colega alemana. El rebozado no es porque se haya caído, es por la nieve que le ha saltado a la cara esquiando…
Una de las cosas más flipantes son los “pillows” (almohadas). Son rocas totalmente tapadas con una capota de nieve, que generan saltos (o caídas más bien), que pueden ser desde unos palmos hasta unos metros. Nosotros habitualmente no solemos hacer saltos, pero pasar por encima de estos montones es flipante, porque rompes el mogollón de nieve superior y después aterrizas suavemente sobre una capa espectacular de powder, con una sensación de ingravidez difícil de explicar. En la siguiente foto se puede ver un bicho de estos:
Los tortolitos con nuestro guía (Geyperman) y el alemásn detrás:
Martita y sus tablones:
Aquí sólo se llega en el helicóptero:
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