El teleférico fue inaugurado en 1976 por el fabricante Pomagalski. La primera sección llamada P1 parte desde el mismo centro del pueblo a 1.400 metros, tiene una pequeña parada intermedia a 1.800, y sigue hasta los 2.450 de Peyrou d'Amont. Allí has de cambiar de remonte y tomar la segunda sección, construida en 1978, que te permite seguir hasta Col des Ruillans (3.200 metros). En 1986, solo 10 años después de la creación de La Grave-La Meije, el propietario Sivom Briançon anuncia la quiebra con una deuda de más de 13 millones de francos. Entonces, en 1987, Daniel Creissens llega a un acuerdo con el Ayuntamiento quien le otorga la concesión hasta 2017. Le prometieron crear unas 2.000 camas, pero nada de todo eso se llegó a hacer. Aún así logró enjugar la deuda y mantener a 16 personas en plantilla todo el año.
Nunca se pisaron pistas ni se hace actualmente, quedando como una estación de esquí puro, donde cada uno baja por donde le apetece. Tan solo en su parte superior hay un telesquí con acceso a un par de pistas pisadas que sirven para dar clases y para entrenamiento de clubes locales. De los 23 trazados marcados en el mapa, 18 son calificados para 'muy expertos'.
2017 ya ha llegado, y prácticamente nadie quiere hacerse cargo de un remonte que apenas obtiene ingresos para mantenerse a flote. Además la filosofía de La Grave es continuar con ese esquí para puristas y amantes del fuera pista. Por tanto nadie quiere ver por allí hoteles de cinco estrellas con spa, ni moderno ni caros remontes, ni por supuesto restaurantes de autor. Tampoco hay escuela de esquí, ni puntos de restauración propios en el dominio esquiable. Ante este panorama es complicado sacarle un rendimiento, por lo que nadie pujaba por quedársela.
Aún así se presentaron tres ofertas. Una es la de la Compagnie des Alpes (Cda), que pretendía cambiar el teleférico por uno de mayor capacidad y más seguridad. Los locales no querían eso porque para ellos eso significa más gente en pistas. Otra de las opciones era unirla al dominio de Les 2 Alpes, al que prácticamente se puede llegar esquiando en una corta esquiada, pero querían conectar ambos espacios con un remonte. Y esto tampoco gustaba porque había temor a que apareciesen por allí esquiadores con poca experiencia provenientes de Les 2 Alpes.
En cualquier caso CdA anunció el lunes que se retiraba visto los problemas que el actual propietario Daniel Creissens tiene con el Ayuntamiento. Al parecer cuando aceptó la concesión, el consistorio se comprometió a crear 2.000 camas, y esto no sucedió por lo que Creissens matiene una demanda contra la alcaldía. Esto impide a CdA acceder a ciertos documentos importantes para el proceso de compra, e incluso a las instalaciones.
Esto deja ahora a un solo candidato. Porque había también un belga que pretendía comprarla mediante una recaudación de fondos, pero pese a que en la plataforma on-line de crowd-founding muchos se comprometieron a meter pasta, e incluso pequeños y medianos empresarios locales también apoyaban la iniciativa, a la hora de la verdad pocos aflojaron la cartera.
Así que queda SATA, la empresa que explota los remontes de Alpe d'Huez, cuyo accionariado está compuesto mayoritariamente por Compagnie des Alpes.
Si quieres conocer una historia más amplia de La Grave y su situación actual, aquí te la contamos hace unos meses: El posible fin de La Grave-La Meije tal como la conocemos hoy