El proyecto para renovar totalmente el telecabina de La Grave - La Meije está de momento en un punto muerto. La que es considerada como única estación de esquí de Europa sin pistas marcadas (a excepción de una para ski-clubs locales) y orientada totalmente al freeride, fue comprada en 2017 por la empresa SATA, propietaria de su vecina Alpe d'Huez.
La compra llegó en un momento delicado para La Grave - La Meije, sin beneficios desde hacía años, y dependiente de las ayudas de un Ayuntamiento demasiado pequeño. Para dar viabilidad económica se pensó en conectarla por remonte a Les 2 Alpes, pero la retirada de la puja de Compagnie des Alpes, canceló este proyecto, aunque de hecho es algo que cuando hay nieve suficiente ya hace mucha gente.
La comunidad freerider se mostró contraria a la conexión, así que cuando SATA la compró se mostraron satisfechos en un primer momento. Hasta que la empresa desveló que quería llevar a cabo el viejo proyecto de Daniel Creissens, fundador de La Grave - La Meije en 1976. Este ingeniero, responsable del Teleférico de l'Aguille du Midi o el Telescaphe de Marsella, el único telecabina sumergible del mundo, quería llegar hasta el Dome de la Lauze a 3560m, pero la falta de financiación y la quiebra en 1986, impidió llevarlo a cabo.
SATA rescató el proyecto para construir el tercer tramo adaptándolo a las nuevas necesidades turísticas y con el objetivo de renovar un remonte al que apenas le queda tres años de vida antes de que cumpla los 50 años y se obligue a cerrarlo o a realizar una revisión tan profunda, que cueste más que uno nuevo.
La intención de sustituir el actual telecabina con salida desde el mismo centro del pueblo a 1.400 metros, respetando la parada intermedia en la cota 1.800, y después llevarlo directamente al Dome de la Lauze-3560m para montar un mirador y un restaurante para los turistas y esquiadores que podrían llegar directamente a la zona más alta, no ha gustado nada, tanto a ecologistas como a la comunidad montañera (con intereses en los refugios y actuales cabañas de restauración).
Las viejas cabinas han pasado a la historia
Así que de momento se optó por al menos, cambiar las cabinas. En 2019 se sustituyeron las del primer tramo, las que van desde el pueblo a los 2.450 metros de Peyrou d'Amont pasando por la parada intermedia en la cota 1.800.
En Peyrou d'Amont has de cambiar de remonte y tomar la segunda sección, construida en 1978, y que te permite seguir hasta Col des Ruillans (3.200 metros). Este tramo tiene ahora nuevas cabinas. Fabricadas por la empresa SIGMA Cabins, subsidiaria del fabricante francés POMA, que pertenece a la italiana Leitner.
Ahora las cabinas cuentan con seis cómodas plazas y puertas correderas para poder entrar más cómodamente. Los portaesquís son exteriores, eso si.
Las nuevas cabinas del teleférico de La Grave - La Meije