El total del dinero recaudado va íntegramente al programa de desarrollo de los deportistas y compensar el coste de los entrenamientos de alto nivel, formación, viajes e investigación específica. Esta es la razón principal del precio de este abono anual, aunque los propietarios podrán no solo acceder a mas de 250 estaciones de Estados Unidos, sino que además lo podrá prestar a quien quiera, ya que es totalmente transferible. Esto hace que sea principalmente empresas las que lo adquieran, además de poder apoyar de esta manera los deportes de invierno. En total se emitirán 400 de estos pases.
Pero la edición de este año es especial, ya que la U.S. Ski and Snowboard Association (USSA) ha llegado a un acuerdo con la joyería Tiffany&Co, que será la encargada de entregar este año el pase empaquetado en una cajita especial de color azul, tal como anunciaron ambas entidades en el local que la firma tiene en la Quinta Avenida de Nueva York. Allí estaban atletas como Lindsey Jacobellis, plata olímpica en snowboardcross; Andrew Weibrecht, bronce en Vancouver 2010, Donna Weinbrecht, campeona olímpica de freeski, y el cinco veces medallista en el half-pipe de los X Games, el esquiador Jen Hudak. Todos ellos se mezclaron con los donantes que decidieron invertir un mínimo de 10.000 dólares en el Gold Pass.
La USSA logró el año pasado un total de 7,4 millones de dólares en donaciones y patrocinios, pero este año se han firmado acuerdos con Tiffany&Co, con North Face entre otros, lo que ayudará a incrementar la cifra. Gracias a estas actuaciones, el US Ski Team logró 21 medallas en Vancouvewr 2010.