A petición de varios compañeros, publico un resumen de una breve charla que di en uno de los cursos de técnicos deportivos de la FADI que, parece ser, gustó cuando la compartimos. En la charla explicaba lo que creo son los elementos clave de la metodología de la enseñanza en el esquí, que me gusta resumir en cuatro puntos sencillos pero relacionados.
Con palabras normales sería algo así como
- Ponerse en el lugar de los alumnos
- Conocer el oficio
- Centrarse en la tarea
- Elegir cuidadosamente el terreno
Esto mismo, dicho con las palabrejas pseudo técnicas de las que nos gustan a nosotros, podría ser
- Empatía
- Método
- Presente
- Fluencia
Veamos qué quiere decir todo esto y cómo cada uno de los cuatro elementos está liagado a los demás
La empatía es la capacidad de ponerse en el lugar de los demás, o sea, conocer la realidad del alumno, sus necesidades y sus deseos, para poder analizar mejor su potencial y, adaptándonos a sus características personales, decidir cómo emplear mejor el método.
El método son todas las herramientas de nuestro oficio y la manera en que las empleamos. Analizamos, planeamos, ejecutamos y comprobamos que los alumnos lo captan, adaptándonos a sus necesidades físicas, técnicas y emocionales. Vamos de lo fácil a lo difícil y, para favorecer el foco y la asimilación, tratamos de mantenernos en el presente de las tareas que estamos llevando a cabo.
Mantenerse en el presente, es decir, centrarse en la tarea que estamos ejecutando, es crucial en todos los deportes. Si empezamos a divagar con errores pasados o consecuencias futuras, nos distraemos de lo que estamos haciendo y repetimos los errores una y otra vez. Para ello diseñamos instrucciones eficaces - asertivas, concretas, con un foco claro – para favorecer la concentración. Pero, concentrarse y mantenerse en el presente no es fácil si no estamos en un entorno controlado, así que, como con todo lo dicho hasta ahora, es necesario que elijamos bien el terreno donde esquiamos.
Como sabemos por otras articulines, los terrenos demasiado fáciles aburren y los escenarios demasiado difíciles estresan. Es necesario, pues, elegir el terreno adecuado a la tarea en una sencilla ecuación fácil/complejo-difícil/simple. Sabemos también que esto, no sólo favorece el proceso de aprendizaje, sino algo mucho más emocionante: cuando nos sometemos a pequeños desafíos, proporcionales a nuestra capacidad, debido al grado de concentración entramos en estados de fluencia – el famoso flow que todos habremos vivido alguna vez– en los que el mundo parece desconectarse, nos fundimos con la naturaleza y experimentamos el placer de esquiar en una forma extraordinariamente genuina. La elección del escenario tal vez sea, como vemos, la clave más importante alrededor de la que gira todo el proceso de aprendizaje ¡pero también del disfrute!
FLUENCIA: adaptado de Jackson, S. A., Cziksentmihalyi, M.; (2002) Fluir en el deporte
En fin, para el profesor de esquí, cosas tan obvias como ponerse en el lugar de los demás, conocer el oficio, centrarse en la tarea y elegir cuidadosamente el terreno mejora el proceso de aprendizajea través de la motivación y el foco y, de propina, favorece que el alumno viva experiencias autotélicas. Es esto lo que mueve a las personas a volver a esquiar en busca de revivir esas experiencias memorables, y es la simbiosis sencilla que nos une, a profesores y alumnos, arriba en las montañas.
¡Buenas huellas!
Carolo © 2014