Aprovechando las últimas nevadas del mes de febrero, hemos decido subir a uno de los picos más clásicos de la Val d’Aran. El Montardo, con sus 2833 metros de altura, culmina sobre una de las entradas más transitadas del parque nacional de Aigüestortes. Su facilidad de acceso hace de este pico un gran clásico invernal. Sin embargo, no hay que subestimar a este coloso que nos obliga a superar un desnivel de 1.400 metros para acceder a su cumbre.
El Montardo, a menudo llamado Montarto, se ve desde prácticamente toda la Val d’Aran. Muy agreste en su vertiente Norte, es sin embargo muy accesible por la cara Sur. Se trata de una subida de unas 4 horas que nos hará transitar por algunos de los parajes más bellos del Pirineo. En nuestro caso seguiremos la clásica ruta de ascenso de la Restanca. Pero bajaremos por la cara Este que ofrece mejores condiciones de nieve.
Preciosa escapa, en medio de algunos de los paísajes más bellos de nuestra Pirineo
Para nuestra pequeña expedición, nos reunimos un pequeño grupo de amigos procedentes del pueblo de Bagnères de Luchon, en la vertiente francesa del Pirineo. Acostumbrados en culminar los 3.000 que nos rodean, no esperábamos que un pico de 2.833m nos produjese complicación alguna. Simplemente nos reunimos al amanecer y nos dirigimos al vecino Val d’Aran por la carretera nacional, hasta el pueblo de Arties. Aquí nos adentramos en el angosto valle, dirección Sur, por la pista forestal del “Camin de Valarties”.
Una vez en el puente que separa el “Camin de Valarties” y el “Camin de Rius”, dejamos el coche y calzamos los esquíes. Subimos por la pista. Pero justo antes de llegar al final de pista, cortamos por una pedrera que se encuentra a nuestra izquierda -llamada “Palas Dera Restanca”- y que nos da un acceso directo al refugio de la Restanca.
Saliendo del refugio de la restanca, en dirección del "Lac deth Cap deth Pòrt"
Fue un placer llegar al refugio de la Restanca y ver al guardia salir a saludarnos. Aunque seguramente lo que más agradecimos es que, por fin, salimos de la sombra y que el Sol empezó a calentarnos. El entorno de la Restanca es muy hermoso, con el lago y el Tuc des Monges de fondo, es un paso obligado del GR11 que atraviesa todo el Pirineo.
Desde el refugio, subimos por el “Lac deth Cap deth Pòrt” hasta el cuello “D’Oelhacrestada”. Donde aprovechamos para disfrutar del magnífico altiplano dominado por los lagos de “Les Monges” y de “Les Mangades”. Es un cruce esencial de los diferentes caminos del parque nacional de Aigüestortes. Ya que aquí se separan las comarcas de la Vall de Boí (Alta Ribagorça) y de la Naut Aran (Val d’Aran). También nos encontramos con unos conocidos que cruzaban el Pirineo en esquí de montaña. Un bella aventura que empezaron dos semanas antes. Qué curioso es el azar de los encuentros.
Saliendo del altiplano con el "Estany de les Monges"
Ya nos faltaba muy poco para culminar el Montardo. Solo teníamos que subir hasta el “Còth deth Montarto” y ascender la última pala hasta el Pico. El Panorama desde la cumbre es excepcional y nos ofrece un 360º sobre todo el Pirineo central. La vista se extiende desde la Pica d’Estats hasta el Monte Perdido, pasando por el Aneto y los Posets. ¡Los mayores picos de nuestra cadena se encuentran frente a nosotros!
Ya solo faltaba descansar un poco y atacar un descenso que, a primera vista, prometía ser antológico. La nieve estaba fresca y el frío la había mantenido muy fría y polvo. Atacamos la primera pala con muchas ganas y seguimos por el circo del Montardo en dirección Este hasta el “Lac de Saslôses”. Mientras bajamos nos equivocamos de camino un par de veces y tuvimos que volver a poner las pieles para evitar los barrancos. Hasta que, por fin, llegamos al valle de Rencules.
Aquí hicimos el gran error de no seguir por el lateral derecho del Valle hasta la pista. Nos metimos por el medio del bosque y los riachuelos. Tardamos algo más de una hora en salir del marrón en el que nos habíamos metido. Pero, al final, encontramos la pista de “Prüedo” y la seguimos, valle abajo, hasta el cruce con la Pista de “Camin de Rius” y hasta el coche.
Una increible bajada nos esperaba
Acabamos al anochecer, fue un día realmente intenso en que tuvimos de todo, grandes subidas, bellos paisajes, bajadas perfectas y marrones en el bosque. Acabamos tomando unas tapas y una cerveza en Arties, como se debe. Sin embargo, no es una salida que recomiendo a cualquiera. Pues se necesita un buen nivel físico y un buen conocimiento de la zona. A menos que volváis a bajar por la misma senda de subida, os recomiendo que contratéis los servicios de un guía de montaña que os hará disfrutar plenamente de esta bellísima cumbre.
Os recomendamos:
Mountain Guide Val d'Aran S.L Email: info@guidevaldaran.com Tel.: (E) +34 692 31 52 02 / (FR) +33 681 70 70 68 |