Hace unos días, publicaba el primero de dos artículos en el que explicaba cómo se empezaba el proceso de fabricación de unos esquís a medida.
En esta segunda entrega, trataré de explicar y documentar el proceso explícito de su fabricación.
Una vez tenemos clara la geometría de los esquís, lo primero que tendrá que hacer Marcos va a ser elegir las maderas con las cuales va a fabricar el núcleo, y aquí se deberá tener en cuenta tanto el tipo de madera que se va a usar, el tamaño de los listones y la definición de gruesos y refuerzos que nos van a dar la rigidez en flexión y torsión deseados. En mi caso se ha usado una combinación de Paulownia, Abedul y Haya.
Después de saber exactamente cómo será el núcleo, se tiene que fabricar el molde para ese nuevo modelo. Especificar que cómo son esquís hechos a medida, se tendrá que fabricar un molde distinto para cada modelo que queramos.
Seguidamente cortaremos la base del esquí (la suela), y empezaremos con la colocación de los cantos.
Aquí podemos ver la suela con los cantos ya colocados encima del molde.
Al tener esto realizado, lo siguiente será el corte y preparación de los listones y el ensamblado para los núcleos, para después hacer el preciso tallaje de ellos. Esta fase es realmente complicada ya que el tallaje se hace a mano pero midiendo por calibre. A partir de ahí, se hace la primera comprobación de rigidez en la que veremos si los núcleos se comportan igual y cómo queremos.
Con la parte principal del esquí hecha, lo siguiente es el corte del carbono, la preparación del molde y los materiales de laminación (estos se desechan cada vez que se usan).
Aquí podemos ver las láminas de carbono y otros materiales que se van a usar para la laminación. Podemos comprobar como hay carbono trenzado y en tiras rectas. Dependiendo de la combinación tendremos una respuesta u otra de los esquís.
Ahora viene la siguiente parte delicada, cuándo empezamos a laminar y ensamblamos el esquí y lo metemos en el molde para darle la forma de rocker y camber elegidos.
Después del tiempo correspondiente en la prensa, es hora de desmoldear e inspeccionar que todo esté correcto, y si ese es el caso, quitamos todos los sobrantes e iremos a la fase de medición.
Seguidamente haremos la segunda comprobación de rigidez e inspección detallada de lo que hemos construido, y si el resultado es el esperado, lo siguiente será el recanteado fino y los acabados cosméticos.
Según nos cuenta Marcos, este apartado final es el más lento, lleva mucho tiempo hacer buenos acabados, y en definitiva, antes de esquiarlos, es lo que nos entrará por los ojos.
En mi caso, estos acabados serán en madera con la serigrafía pirograbada.
Este proceso, como ya hemos dicho, es largo ya que hay que ir dándole capas de barniz en varios días.
Cuándo ya tenemos todo listo, es la hora de rectificar suelas, darles la estructura que queramos y afilado de cantos.
Finalmente, colocaremos las fijaciones y ya tendremos los esquís listos para su uso, para disfrutarlos en la nieve.
Todo este proceso es largo, unas seis semanas de trabajo, pero es que hemos creado algo, es como un hijo, primero te planteas tenerlo, y luego todo va siguiendo varios procesos hasta que das a luz a tu creación.
Espero que os haya gustado esta serie de artículos y que se pueda llegar a entender la cantidad de trabajo que hay detrás de unos esquís artesanales.
Si tenéis la oportunidad, os recomiendo hacer algo parecido, cómo dice Edu de 110%SKI, te sientes como verdadero pro del esquí.
Ahora solo falta esperar a que empiece a caer el oro blanco del cielo, que se cubran nuestras montañas de blanco, y disfrutar de nuestro deporte.