Siempre escribo sobre la especialidad de Freeride, aunque ya los años van pasando y cada vez hay que ir con más cuidado o simplemente renunciar por falta de manto blanco.
Recuerdo muchas rutas que cada vez son más complicadas hacer, por el dichoso clima y la falta de nevadas. Enrique Ribas y Luis Pantoja expusieron en sus libros bastantes y como digo, cada vez son más complicadas de ejecutar por la situación actual.
Esta vez, el plan era subir la Bola Del mundo y bajar el ventisquero de la condesa. Empieza a ser la más transitada gracias a la acumulación de nieve por los paravientos y el ventisquero.
Empecé con la subida y quise, aunque realmente aproveché los paravientos, hacer la subida fuera de pista, en paralelo Guarramillas II.
Ya al inicio puse las cuchillas, ya que la nieve estaba bien dura, se veían acumulaciones de más de 200 cm, como si fueran olas, los días previos hubo rachas de hasta 100 km/h lo que dejo lugares con 3 cm y otros con lo dicho.
En la parte superior del telesilla, empecé mi camino hacia el ventisquero de la condesa, pero parecía la gran vía (Este año, he contado 6 en pantalones cortos y uno sin camiseta) así que decidí desviarme, ya que como siempre digo, lo más bonito del esquí de travesía, es descubrir, arriesgar y contactar con el silencio y paz que da la alta montaña.
Aunque entiendo que muchas veces, donde se acumula la nieve es en las pistas.
y como os contaba, en la subida a la las antenas, me desvié a la derecha, a una pala preciosa que desciende a la garganta del infierno, que de infierno nada, peores son Arroyo seco y arroyo frio.
De lo que hablo es cara sur y a veces transitable. Así que empecé mi bajada y la nieve era pura cremita, perfecta, una mezcla de polvo y primavera, los cantos agarraban bien y los esquís los conducías como querías, así fue la pala, entonces me metí en el tubo, que con más nieve y que gracias a la ventisca de los días anteriores, se hundían más las tablas, pero era todo controlable, baje y baje. Hasta lo que me paso lo mismo que varias veces, uno de los esquís, encajo en los piornos y al suelo. Típico suceso, en cuanto te emocionas en nuestra querida sierra. Así que me levante y pase unos minutos sentado y viendo lo bonito que se muestra en esos lugares tan especiales, al rato, puse las pieles y empece con la subida, llegue a la carretera que sube a las antenas, la pase y me encontré con el telesilla.
Empecé la bajada por Guarramillas II. la misma nieve de hace un rato. En cuanto pude, ya que el terreno se veía bien, salí fuera y bajé en paralelo a la pista. llegué abajo, reflexioné y me encanto la decisión de haber cambiado el rumbo de mi ruta (aquí siempre tenemos que avisar a un colega, familia etc. del cambio de planes)
¡Me quité los esquís, fui al Pasadoiro y comí un buen pincho de tortilla!