Publicados ya los reportajes dedicados a La Molina, Vall de Núria y Port Ainé, en esta ocasión toca trasladarse hasta la última estación de esquí de los Pirineos por su parte más oriental: Vallter.
La estación está situada en las faldas del pic de Bastiments (2.881 m) y la Dona (2.703 m), en la cabecera del río Ter, en la Vall de Camprodon (El Ripollès-Girona). Precisamente por su ubicación, tan cercana al mar Mediterráneo, tiene una identidad y una complejidad meteorológica que la hace muy singular.
En alguna ocasión la bauticé como la reina de las “llevantadas”, aunque su vínculo y fama con el viento de norte también le sigue de cerca. Aún así, me sigo reafirmando en ello hasta el punto que creo que este tipo de borrascas, con origen en el mar Mediterráneo y que se orientan hasta chocar con los Pirineos, podrían ser una de sus muchas señas de identidad.
Pero hacer de un fenómeno meteorológico, que con suerte se puede dar entre 0 y 4 veces al año, sería hacerle un flaco favor a otras seis cuestiones que sí son habituales de encontrarnos en la estación.
La lista sería bastante más larga, pero al inicio de la serie de los seis reportajes me fijé en el criterio de jugar con ese número, el mismo número de estaciones con marca FGC.
Aquí van.
1 - La pista imprescindible: el Xalet
Si hay una pista de esquí especialmente conocida en Vallter es la del Xalet (del chalet). Tiene varias características que la hacen muy interesante.
Pista que recorre un paisaje bello y variado, rodeada de los picos del Gra de Fajol Gran (2.714 m) y Gra de Fajol Petit (2.567 m), y con un primer tramo sin bosque para seguidamente adentrase en él. Pasa cerca del nacimiento del río Ter y de los refugios del CEC (el viejo, ya en ruinas, y el nuevo edificado en 1959).
Tiene una longitud de 2,53 km, cota de salida a 2.535 m (si tomamos como punto de salida la cafetería Les Marmotes), y cota de llegada a 1.945 m, base del telesilla Enric Planella. El primer cañón para producción de nieve que se experimentó en España se instaló en el tramo final de esta pista en 1984.
2 - El rincón mágico: el balcón de la Costa Brava
En la cota alta de Vallter, a 2.535 m., junto al retorno del telesilla Jordi Pujol Planella, se encuentra la cafetería Les Marmotes, que durante los años noventa tuvo el título de ser la más alta de Catalunya.
Junto a su terraza orientada al sur, muy frecuentada en los días de buen tiempo, se encuentra el balcón de la Costa Brava. En los días de buena visibilidad se observa la bahía de Roses y parte de las comarcas gerundenses. Pocas estaciones pueden afirmar que se puede esquiar con vistas al mar o incluso darse las circunstancias de por la mañana estar deslizándose sobre la nieve y por la tarde tomarse un baño en el mar.
A 150 metros de la cafetería se encuentra el nacimiento del río Ter.
3 - La identidad histórica de la estación
A finales de este 2024, en concreto durante el mes de diciembre, Vallter cumplirá cincuenta años. Aunque la fecha oficial de apertura fue el 17 de enero de 1975, en realidad fue en diciembre de 1974 cuando se puso en marcha su primer remonte: el telesquí Morens I. Y en febrero de 1975 se ponía en marcha el segundo teleski: el Barquins I.
Sin embargo, y admito que voy a recibir críticas por ello, creo que donde más y mejor se refleja la identidad histórica de la estación es en su carretera, y muy especialmente en las curvas o paellas de su tramo final, entre las cotas 1.980 m. y 2.165 m.
La carretera, entre Setcases y el Pla de Morens, se construyó en el mismo 1974, año de su apertura, y se hizo en tan solo 4 meses. Los paisajes que ofrece la carretera son espectaculares y, además, lleva siendo final de etapa de la Volta Ciclista a Catalunya durante muchos años. Por cierto, el próximo martes 19 de marzo, emocionante y exigente final en alto de la 2a etapa.
4 - La mejor nieve: pista Puig dels Lladres
Las pistas de Vallter están orientadas mayoritariamente en dirección oeste-este, y algunas como la Xemeneia y la Font perdiu se orientan claramente a sur. El Puig dels Lladres (2.380 m.), es una cima modesta y más bien redondeada que divide la estación en dos grandes sectores: la zona Morens-Barquins i la zona del río Ter. Pegada a este pico por su vertiente norte, y a su sombra durante buena parte del día, se encuentra la pista dels Puigs del Lladres. Aquí encontraremos la mejor nieve.
Fue inaugurada en diciembre de 2005 y un año más tarde se instalaba nieve producida. La apertura de esta pista fue un paso muy importante, teniendo presente que la estación cumplía su 30 aniversario y que hacía años que no se abrían nuevas pistas o remontes.
5 - Gastronomía: mar y montaña
La gastronomía en la Vall de Camprodon es muy variada, mezcla de la cocina de montaña propia de su condición de valle Pirenaico, por un lado, pero también por la influencia directa del cercano mar Mediterráneo, por el otro. Digamos que es el máximo exponente de la cocina de mar y montaña. Así, un pollo con escamarlans (cigalas) podría ser un plato que reflejaría perfectamente esta asociación, aunque en la práctica últimamente se ha popularizado mucho más la carne de potro con unas buenas 'trumfas de la vall' (patatas).
Y por supuesto, la charcutería artesanal, la caza propia, o la ternera de la zona guisada con unos ‘rovellons’ de Setcases. De postre: un surtido de quesos de la vall o de galetes Birba (galletas) acompañado con una garnacha dulce de la DO Empordà.
6 - Après-ski
Y finalmente, recordar que una buena jornada en pistas, en la nieve, siempre conlleva una buena actividad après-ski. En Vallter, cenas por encargo en la cafetería Les Marmotes, a 2.535 m. Vistas espectaculares de noche sobre la bahía de Roses (si la noche está despejada).
Y en Camprodon: en el ámbito cultural le recomendamos la visita a alguna de las iglesias románicas que encontramos en los pueblos del valle o bien que se acerca al Museo Isaac Albéniz, C/ St Roc, 22, www.albeniz.cat (isaac-albeniz@camprodon.cat) 972740010 / 972741166.
En el ámbito comercial, destacar el paseo calle arriba y calle abajo por la tarde-noche por las calles Sant Roc y Valencia de Camprodon, con oferta variada de comercio y servicios, con un amplio surtido de producto local (quesos, carnicerías, galletas, pastelería y embutidos).
Os recomiendo la lectura del artículo sobre après-ski del blog de FGC Turisme dedicado a Vallter.
Pasear por estas dos calles es también una de las mejores formas de captar el ambiente après-ski que se vive en el Valle de Camprodon.
Para copas: el Pub 2001 y la discoteca P3, dos clásicos de la noche desde los años 80.
Y hasta aquí mi propuesta de seis TIPS para Vallter, seis imprescindibles para cada una de las seis estaciones de FGC. Próxima parada: Espot Esquí.
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