Oye, que he pensado que podríamos repetir esta noche lo que hicimos en 2017 (Ver reportaje), que está despejado y hay luna llena. Bea sabía que se iba a apuntar, Pablo (que casualmente iba a estar el sábado por Valdezcaray ) siempre se apunta a un bombardeo y ya sólo quedaba avisar a Orticeda… que tardó aproximadamente 30 segundos en animarse. Ya estaba liada…
El día estaba estupendo, el sol lucía y la niebla se quedaba en el valle del Ebro, lo que nos permitía disfrutar de un fotogénico mar de nubes.
Orticeda arrancaba la jornada sacando a pasear los juguetes de descenso, las condiciones de la nieve eran las apropiadas.
El día iba avanzando (podéis ver más detalles en el reportaje de Pablo ) y hacia las 2 decidimos darle “un tiento” a los fuera de pista de la estación. Entrando en el Calamantío
No estaba especialmente bien, pero nos dio para sacar unos giros
Tampoco estaba mal…
De ahí pasamos hacia la Solana, donde el sol había hecho mejor su trabajo
Rica crema y arbolitos
Uno de nuestros patios de juego favoritos
Raúl disfrutando
Y el fotógrafo, que también tiene derecho a divertirse
Bea en acción
Tras la comida, cogimos el último telesilla de Campos Blancos, cargamos los esquís en la mochila y a patita hasta la cumbre
Un pequeño esfuerzo que merece la pena
Llegamos a la cumbre y nos preparamos para esperar la llegada de la noche
El mar de nubes nos espera en el valle
El cazador cazado
El sol empieza a ocultarse en la Demanda
Y Gabri saca el juguete
La luna asoma, llega el momento de las fotos
Un poquito de yoga para entrar en calor
Que con la puesta de sol quedan unas fotos muy bonitas!
Posamos con la luna naciente
Y con el sol poniente
Es momento de magia, de paz, de compartir experiencias
De disfrutar de una espléndida puesta de sol...
El sol se apaga, el viento se levanta y nos refugiamos en la caseta del San Lorenzo a la espera de la oscuridad
Oscuridad que no es total, porque la luna llena nos ilumina
Disfrutamos del mar de nubes, que más parece un mar de plata
Y nos preparamos para el descenso, frontal encendido en el primer tramo, pendiente, muy irregular y completamente helado.
Somos figuras fantasmales captaras por la cámara de Orticeda
La luz del frontal deja constancia de nuestro camino
La luz es… indescriptible. Mejor contemplarlo
Terminamos la parte más dura de la bajada y entramos en pista
Aprovechamos la pista recién fresada y en perfectas condiciones (perdón, Gonzalillo, te hicimos trabajar dos veces…) y nos acercamos al Calamantío para unas fotos. Pablo
Gabri
Bea
Y aquí el artista
Contemplamos una vez más el paisaje… despidiéndonos con pena, pero disfrutando de la bajada ya sin frontal, pues no era necesario
Y un reportaje no está completo sin gastronomía, así que para recuperar fuerzas unos pinchos en el Ubaga…
Y un refrigerio en el Troika
Y hasta aquí la aventura. Habrá más, seguro😉