Tras dar vueltas y vueltas, decido volver a Austria. Las dos experiencias austríacas en 2017 habían sido geniales y aún quedaba mucho territorio por conocer. Así que…¡adjudicado!!!!...este año recorreríamos la zona de Kitzbüehel y alrededores. Mi compañera de escapada anual estaba dispuesta a ir donde sea. Por tanto:
FECHAS: del 27/01/2018 al 03/02/2018
CAMPAMENTO BASE: Sankt Johann in Tirol, Pensión Edelweishof7 noches en M.P en habitación individual
ESTACIONES VISITADAS: Sankt Johann in Tirol, Kitzbüehel, Pass Thurn y Skiwelt
TRANSPORTE: vuelo con Lufthansa y coche alquilado con Sixt
El vuelo, como siempre fue con Lufthansa, en economyclass, equipo de esquí incluido en el precio y la garantía de horarios cumplidos.
El día 27 de enero a las 08:50 despegábamos de Barcelona en dirección a Múnich, donde aterrizábamos una hora y 45 minutos después.
Nada más despegar la nieve de los Pirineos nos presagiaron la semana que nos esperaba y ver los Alpes franceses cargaditos de nieve nos pusieron los pelos como escarpias.
Costa barcelonesa y Pirineos al fondo
Alpes
Aterrizamos en Múnich y fuimos muy afortunados de que nuestras maletas y nuestros equipos fueron de los primeros que salieron, por lo que el tiempo de espera fue mínimo.
Ya sólo faltaba recoger el coche de alquiler. Así que para allí fuimos y después de una mínima cola de espera amenizada por la conversación con dos componentes del grupo de “la alemana Carol”, ya teníamos las llaves de nuestro Volkswagen Passat Variant. A tragar Kilómetros!!!!
¿Qué decir del viaje en coche??? Pues que fue genial, gracias al navegador que llevamos no tocamos prácticamente la autopista alemana y para nada la austriaca, mientras que el paisaje fue pasando del verde al blanco con tan solo girar una curva a la derecha.
Frontera germano-austriaca por carretera a Lofer
En poco más de dos horas entrábamos en Shankt Johann in Tirol rodeados de campos nevados, muros de nieve en los laterales de la carretera y un paisaje de esos que a todos nos gustan. Sol, no mucho frío y monatañas cargadicas de nieve.
Nuestro alojamiento sería una pequeña pensión, de no más de 17 habitaciones, con una gestión muy muy familiar, con la peculiaridad de que no cobran suplemento individual. El precio de la habitación es de 60 euros en media pensión seáis una o dos personas. La habitación no tenía ningún lujo, pero estaba limpia y, la mía, era amplia. La de mi amiga algo más justa.
Desayuno muy básico y cenas copiosas con menú igual para todos. Cocina casera y una atención muy cercana a pesar de las dificultades con el idioma. La camarera de la mañana sí que hablaba inglés pero la de la cena no tenía ni repajolera idea.
Por su parte, el pueblo de Sankt Johann in Tirol es grande, 9000 habitantes según Google y no te faltaba ningún servicio. Supermercados, restaurantes, farmacia, polideportivo, pista de hielo…Bueno… sí, el concepto aprés-ski no existe. A las 18:00 cierran todos los comercios y el único bar aprés-ski que hay está a pie de pistas (Max) y queda alejado del centro. Eso sí, he de decir que en dicho bar, la música era bastante más europea y no tanto “tyrol-dance” matracante.
Elegí este pueblo por su cercanía a Kitzbüehel, a Ellmau y a Fieberbrunn (por si nos apetecía conocerla)
SANKT JOHANN IN TIROL
Nuestro primer día de esquí fue el domingo 28 de enero. Con la idea de que en las grandes estaciones como Kitzbüehel o Skiwelt habría muchísima gente, decidimos quedarnos en la estación del pueblo.
El día amaneció encapotado, gris, pero no hacía demasiado frío. Lo que veía por mi ventana levantaba el ánimo a cualquiera.
En Nevasport no se habla demasiado de esta estación, pues todo el mundo se va a Kitzbüehel, pero creo que es una pequeña joyita que pasa muy desapercibida y estábamos dispuestos a descubrirla.
La base de las instalaciones está en un extremo del pueblo, nada más atravesar las vías del tren. Su plano de pistas es este:
A penas 50km de pistas (creo que no llegan) pero es una estación muy divertida, según mi parecer.
Podría divirse en 3 partes que dan 3 posibles accesos:
- Eichenhof: la parte de la izquierda
- Harschbichl y Hochfeld: parte central que es la parte del pueblo
- Bauernalm: parte derecha que es la entrada por Oberndorf
La estación se sitúa justo detrás de Kitzbüheheler-Horn, de fácil unión con una cabina, pero de momento no están unidas.
Parece una estación pequeña, pero la jornada que estuvimos en ella la gozamos. Era domingo y había más gente que entre semana, pero no hicimos una sola cola, ni tuvimos la sensación de esquiar esquivando.
La estación desde el pueblo
La zona es muy boscosa por lo que la mayoría de las pistas van entre pinos y la nieve se mantiene en bastante buenas condiciones. Las pistas son largas, muy amplias y algunas con partes de fuerte pendientes. Tan sólo hay una pista negra, larga como un día sin pan y sin demasiada dificultad hasta su parte más baja en la que la dureza de la nieve y la pendiente otorgan el color a la misma. Esos sí, ancha…anchísima.
Amplitud pista negra
La zona de debutantes se centra en la parte más baja de la estación y, exceptuando alguna pista azul…el rojo es el color predominante.
Parte de pista roja 6a que baja a Obendorf
Hay 4 parkings, uno en cada extremos de la estación (Oberndorf y Einchenhof) y 2 en el pueblo. Es en el Parking 2 (en el pueblo) donde está el pub Max para el aprés-ski. Nosotros aparcamos en este parking porque da acceso a la cabina que te lleva hasta la zona más alta.
Sonia en el parking
La cabina tiene una estación intermedia desde donde parten las pistas azules de esta zona central y un par de rojas disfrutonas.
Como siempre ocurre, las vistas del valle son impresionantes sobre todo al verlo todo tan blanco.
Desde la zona más alta de la cabina (vértice del triángulo que dibuja la estación) se puede acceder a cualquiera de las vertientes llegando a cada uno de los puntos de entrada. Si bajabas por la derecha accedías a la pista negra y al resto pistas que acababan en Oberndorf.
Vista de Kitzbüeheler-Horn desde el final de la cabina HarschbichlBahn
Pista Roja 6 a
Final Pista Negra
Oberndorf desde la cabina
Si comienzas descenso por la izquierda encuentras una zona de pistas rojas muy amplias y divertidas y con la silla más arcaica de la estación al final de la pista 3.
Final de la pista roja 4
Pista 4 desde la silla
Restaurante al final pista
Nos pasamos el día pista arriba y pista abajo, sin una cola, con una nieve bastante buena y disfrutando de una estación que nos enseñó que no hacen falta km y km de pistas para ser una buena opción para pasar un día. No había sillas con capota, ni calefactadas, pero el trato en las zonas de restauración era muy cercana, los precios más o menos normalizados, las instalaciones en general eran buenas y el paisaje…qué decir del paisaje…
Sankt Johann desde la cabina