
El dominio Massif Des Aravis está compuesto por 4 estaciones: La Clusaz, Le Grand Bornand, Manigod y St Jean de Sixt. Está situado en la Alta Saboya, en Francia, cerca de Annecy.
Una estación desconocida para nosotros, más pequeña que otros dominios de los Alpes que he visitado como Tignes, La Plagne o 2 Alpes, pero con un paisaje diferente y una arquitectura mucho más cuidada y acorde con el entorno.

St. Jean de Sixt es sólo un arrastre con un par de pistas cortitas, así que ni la visitamos. De hecho no sé ni si estaría abierta, porque en el fondo del valle la cosa estaba muy justita de nieve aquellos días.
Nosotros estuvimos alojados en un apartamento en La Clusaz, a 5 minutos a pie (con botas de esquí) del telemix de Bossonnet.

Decidimos hacer los 3 primeros días en La Clusaz y dejar Le Grand Bornand para los 3 últimos.
TelemixBossonnet. Curioso remonte que combina sillas y cabinas en el mismo cable. Hay otro en la zona de L’Etale.

A la zona de La Balme (a la izquierda en el mapa), se accede desde La Clusaz mediantetres pistas, una negra (cerrada),una roja y una azul con muy poquita pendiente en la que hay que remar un poco (a saber porque será azul…).


Había un enorme Ski-test junto al telecabina de La Balme.

Esta es la zona más cañera de la estación, con pistas largas y mucho desnivel.

También hay muchas opciones de fuerapista, (o entrepistas) en esta parte de la estación. Pena que la nieve no estuviera en condiciones de disfrutarlo. Estaba muy dura y por la orientación de esta zona le costaba mucho transformar.



Desde lo alto del Col de Balme hay unas magníficas vistas del Mont Blanc.


La zona del Massif de l’Aiguille es muy interesante también, con pistas anchas y buenos desniveles. ¡Desde arriba el pueblo se ve muy abajo!



Las pistas llegan hasta el centro de pueblo.

Con este teleférico se acede al Massif de Beauregard. Y desde arriba, se puede volver al pueblo por una pista azul/roja, o una negra que por desgracia estaba cerrada.


Desde la cima del mismo teleférico se accede a la zona de Manigod, zona muy bonita y variada, con pistas por el bosque, aunque más cortas y en general más fáciles. Es una zona más familiar y muy buena para principiantes, donde se puede aprender sin necesidad de estar todo el tiempo en la misma pista, puesto que se puede recorrer entera por pistas azules muy facilitas.

Me resultó curioso cómo estas zonas que no llegan a los 1700m en su parte más alta, tenían una cantidad y calidad de nieve más que aceptable, y más teniendo en cuenta el calor que hacía, y que había hecho también la semana anterior.

Desde allí se accede también al Massif de l’Etale, que tiene un par de remontes largos que dan acceso a una zona pequeña pero con algunas pistas muy interesantes.

Para retornar al Massif de l’Aiguille se puede tomar el teleférico Transval, que te deja al pie de las sillas del otro lado del valle, o se puede remar (mucho) hasta La Clusaz por una pista azul en la que hay que descalzarse varias veces los esquís, porque hay carreteras que la cruzan. Si coges el Transval luego hay que subir en la silla desembragable más antigua que yo haya visto nunca.


Por las tardes dimos un par de vueltas por el pueblo de La Clusaz, muy bonito, con unas construcciones, que salvo algunas excepciones respetan el estilo de montaña, con pocas alturas y de madera, todo muy cuidado.


Una Tartiflette para cenar.

Le Grand Bornand está a 6 km de la Clusaz. Hay autobuses que te llevan de una estación a otra, pero para coger ese autobús teníamos que ir a una parte del pueblo que nos quedaba bastante lejos. Había otros autobuses para moverse por La Clusaz… Pero por comodidad los 3 días que fuimos a Le Grand Bornand, lo hicimos en coche.

Es más pequeña que La Clusaz, pero tampoco es que sea para nada pequeña. Tiene 1100 metros de desnivel máximo y pistas de todo tipo en sus diferentes zonas.




Zona señalada como freeride a la que se accede desde la cota más alta de la estación.

Snowpark

Al final del último día la pista que lleva al pueblo (a 1000msnm) estaba ya en las últimas. Normal con el tiempazo que hizo.

Y un paseíto por el pueblo de Le Grand Bornand antes de volver en coche a la Clusaz.

La conclusión como decía en el título de reportaje, es que La Clusaz (el dominio Aravis) ha sido un gran descubrimiento. Unas estaciones que si bien no tienen el tamaño de los grandes dominios de los Alpes, dan de sobra para esquiar hasta reventar si se quiere, odisfrutarlas de una forma más tranquila y relajada, admirando sus espectaculares paisajes. Para nosotros ha sido una novedad este tipo de estación, con cotas tan bajas y con paisajes tan diferentes.
Muchas gracias a Alpeski y Nevasport por haber hecho que descubramos esta fantástica estación.
¡Nos vemos en Port Ainé!