Han pasado 30 años y la estación vecina, Llesui, tuvo que cerrar. Port Ainé hoy es propiedad de la Generalitat y se beneficia del forfait común con la vecina Espot, o de las versiones 5.0 y 6.0 que permite esquiar en todas las del grupo (las dos mencionadas más La Molina, Vallter 2.000 y Vall de Nuria) y también Tavascán.
Port Ainé, que nos recibe en nuestro Reto 33 Estaciones con bastante nieve, es una estación familiar. Tiene el acceso principal en la cota 2.000 con una zona de servicios y un buen hotel, el más alto de los Pirineos, del que es posible salir con los esquís puestos. Y, sobre todo, permite subir a toda la familia hasta la cota máxima (2.440) y bajar cada uno por pistas de diferente nivel… Incluida una verde para debutantes.
Además no tiene pérdida porque, si no te sales de las pistas, siempre acabas en el hotel (hay una pista que desciende desde el hotel a la cota inferior, a 1.650 metros). “Nuestro proyecto a largo plazo es ampliar la zona de nieve artificial, reorganizar los remontes y, en una segunda fase, ampliar el dominio por los dos lados de la estación, que es posible”, nos cuenta Xavier Bigorda, Director de Espot y Port Ainé.
La estación comparte la filosofía del grupo de la Generalitat, de convertirse en una estación de montaña que sea mucho más que esquí, y mucho más que invierno. Pero tiene una personalidad propia muy marcada, muy apetecible para familias y debutantes, y con grandes raíces de snowboard. “Uno de los primeros snowparks del Pirineo está aquí, lo montamos hace más de 20 años”, continúa Bigorda.
Nosotros hemos llegado aquí con nuestro reto Full Activity antes de que cayera el paquetón de los últimos días y aún así había mucha nieve y de mucha calidad. El 95% de las pistas son cara Norte. Nos ha encantado el bosque que rodea las pistas hasta muy arriba (2.300 metros). Lanzarse desde la cota máxima por la roja Estadi y empalmar hasta la cota inferior por la negra (muy rojiza) Baixant del Bosc fue lo que más nos gustó, bajando todo el tiempo entre árboles, por pista ancha y con desniveles cambiantes y curvas… ¡800 metros de desnivel non stop!
“Otra de las ventajas es que, como el hotel es nuestro, podemos vender paquetes integrados”. Desde la cota 2.000 hacia arriba hay mucho que esquiar, con pendientes dulces y algunas palas técnicas, sobre todo, como siempre, en función del estado de la nieve y la climatología. Nosotros nos encontramos con nieve estupenda, pero baja visibilidad arriba de todo, así que esta vez nos perdemos las fotos de paisaje del Parque del Alt Pirineu, que deben ser fantásticas.
Nuestro próximo destino: Formigal-Panticosa
