PD. Tirol del Este
Lienz, su capital, apodada la ciudad del Sol, se encuentra separada 71km de Spittal/Drau, tardando una escasa hora en tren, o cerca de cinco en bicicleta.
El camino en bicicleta entre ambas regiones, es sin duda una magnífica excursión, aunque puede llegar a ser muy dura al mediodía, y en los meses en los que el Sol pega de verdad.
En Tirol del Este, hay 8 Estaciones de Esquí: Hochstein, Zettersfeld, Sillian-Hochpustertal, Grossglockner Resort Kals-Matrei, Sankt Jacob in Defereggental, Virgen/Pragaten, Dorfberg Kartitsch, y Golzentipp Obertilliach. Todas, incluidas si compras el Kärnten TopSkipass. Y sólo algunas, con el pase Ski)Hit Osttirol
Cuando llegamos a su capital, Lienz. Nos encontramos la primera de ellas: Lienzer Bergbahnen, empresa bajo la que se agrupan las dos primeras estaciones de la lista: Hochstein/Zettersfeld.
Entre los 668 y los 1 988msnm se sitúa Hochstein (a la izquierda del mapa). La más pequeñita, pero la más coqueta, y, en mi opinión, las pistas más tranquilas, rápidas, y atractivas.
Tiene en todo momento a su lado unos imponentes vecinos: Los Dolomitas.
Con 16km esquiables, es la última que abre, y la primera que cierra, a finales de febrero. En total, suele abrir no más de 4 meses cada año; pero no sólo por eso, tiene su encanto particular.
Se encuentra enclavada, literalmente, en la ciudad de Lienz, dónde, si buscas en la Iseltaler Strasse nº27, no vas a encontrar, por ejemplo, una panadería o un supermercado, sino esto:
La estación de esquí, tiene 3 tramos: el primero es el que parte de la misma ciudad, y nos remonta por la montaña con un telemix entre sillas y cabinas, cuyas pistas de descenso, son las más impactantes con la ciudad de fondo:
Con montaña rusa incluida
Un segundo tramo, desde una amplia pradera para debutantes, con un remonte mucho más lento y antiguo, nos asciende un tramo más por la montaña:
Para llegar a la zona más alta de la estación, y el único telesquí no apto para debutantes:
Y, desde el punto más alto, comienza el descenso vertiginoso, por unas pistas rodeadas de árboles, muy amplias, rápidas, tranquilas, y sobretodo, adictivas:
Pero la estación es pequeñita, y llegado el medio día, a mí, me propuse cambiar de estación, y probar nuevas y sabrosas pistas, así que bajé a la calle, a la parada del autobús Urbano, y en menos de 20min había cruzado la ciudad, y ya estaba subiendo a la otra montaña, en dónde se encuentra la estación de Zettersfeld.
La montaña a la derecha del cable de la cabina, con trazados entre los árboles, es Hochstein.
Pero la otra estación de Lienz, es algo más grande que la primera, con 24km esquiables, entre los 1 660 y los 2 278msnm, aunque la cabina, asciende desde los 660msnm, hasta allí no se puede bajar esquiando.
Esta estación estaba mucho más concurrida que Hochstein, así se aprecia en las fotos, y buena cuenta de ello di en las esperas de los remontes, que aunque nunca las recuerdo excesivas (+ 15min), al ser el único punto de salida (sin coche) la telecabina, al cierre de la estación, más vale no apurar la hora; yo lo hice, y se formó un impresionante cuello de botella, en el que tuve que esperar más de 60min para tomar el remonte hacia Lienz.
Pero pegas aparte…
La estación guarda particulares paisajes y estampas, variados desde su cota más baja, plagada de árboles, hasta la más alta, completamente pelada:
La ciudad de Lienz, siempre presente en cualquier pista que bajes:
Y atractivas vistas a sus espaldas
Y hacia el valle del Río Drau.
Buenas pistas, aunque algo más cortas que su vecina, y con una nieve más pisoteada, confío como consecuencia de la correspondiente diferencia de gente.
Pero además de las pistas, también guarda interesantes itinerarios, alejados de las zonas bulliciosas, y con recorridos, que más que de la realidad, parecen de un cuento de navidad.
Su zona Este es la más concurrida y transitada, y la que más poblada de árboles está, dando mucho juego a los descensos entre ellos. Y la Oeste, con el telesquí, y los itinerarios, es la menos transitada, con pistas muy cortas, pero raudas y veloces.
Remontando el Río Drau, dirección hacia Italia, y la región de Bolzano, pocos km antes de llegar a la frontera, encontramos la población de Sillian, a casi 100km de Spittal/Drau, y con su estación: Sillian-Hochpustertal (http://www.hochpustertal-ski.at/)
Con pistas entre los 1 100 y los 2 407 msnm, es la última estación de Austria antes de entrar en Italia, y aunque tranquila, parece gozar de buena fama entre los austriacos.
Los árboles forman parte de la estación en su zona baja, pero, sin embargo, en la alta, éstos casi brillan por su ausencia, quitándole, en mi opinión, mucha personalidad.
El acceso a la misma se hace desde una telecabina, junto a la carretera de acceso al pueblo, del que dista 1 km escaso.
Este primer tramo de la estación es una de las dos zonas acompañadas por árboles, algo que, tanto en la subida, como en la bajada, le dan un gran encanto
Y en la bajada, una pista roja, perfectamente pisada, larga, rápida, completamente deliciosa, con sombra por la tarde, y una buena pendiente, ingredientes ideales para hacer la pista muy adictiva, a pesar de que en su último tramo, cerca ya de la llegada, la nieve se volviera más pastosa y difícil de manejar:
Una segunda pista hacía el descenso hacia el valle, una azul, que dada su escasa pendiente, terminaba siendo un agradable paisaje entre los árboles.
La parte alta, es dónde desaparecían los árboles, pero que, a pesar de ese pequeño aspecto, las pistas no tenían nada que envidiar a la que hacía el viaje hasta el valle
Pistas rojas en su mayoría, que, de nuevo, era una gozada esquiar, y repetir. Las colas no existían, por lo que fácilmente podías no parar de esquiar en todo el día, si así lo deseabas.
En lo alto de la estación, existía un pequeño mirador, al Oeste, la zona hacia la que, en teoría, quieren prolongar la estación. Un punto de encuentro, que te dejaba bien hipnotizado y soñando, pensando en cómo sería bajar esquiando por aquella zona.
Alejándonos lo máximo posible de la zona en la que nos deja la telecabina, y tras atravesar una pista sospechosamente plana, volvemos a sumergirnos entre los árboles, para encontrar otra de las mejores pistas, en mi opinión, de esta estación:
Unas pistas que aparentan muy buenas y rápidas, pero que, desgraciadamente, el día de mi visita, no estaban en su mejor estado, con muchas placas de hielo, y nieve excesivamente dura
El Sur del Osttirol, tiene todavía otra estación más: Obertilliach, a la que, desgraciadamente, no pude acercarme, por la inexistencia de transporte público hasta ella. Y digo desgraciadamente, por que está muy cerca de Sillian, y esquiando desde ésta, se intuía aquella, y eso, abre demasiado el apetito.
Volviendo hacia la capital, y abandonado el Sur de este área, tomamos la carretera hacia el Norte, hacia los verdaderos lugares desconocidos de Austria para mí, y seguramente para muchos. Una de las estaciones que encontramos hacia el Norte, es la de Grossglockner Resort Kals-Matrei, de la que ya os he hablado; pero un poquito antes de lleger, hay un desvío hacia el Defereggental, dónde, tras 110km desde Spittal/Drau, 1 tren + 2 autobuses, y 4 meses de investigaciones por internet, llegué a Sankt Jacob in Defereggental (http://www.stjakob-ski.at/)
El día elegido no podía tener peor pinta, una niebla muy cerrada, mucho frío, aunque todavía sin nevar, eso sí, las estampas increíbles:
El acceso desde la parte baja, como ya nos tienen acostumbrados en Austria, se hace con una telecabina, lo que se agradecía dado el tiempo:
Y la pista que bajaba este trazado, era la que mejores condiciones meteorológicas tenía este día, y por la gente que la transitaba, aún siendo poca, se notaba cuando te acercabas al resto de la estación:
Y en su último tramo, un pequeño y fácil telesquí te permitía quedarte por esa zona, ya sea aprovechando el “buen tiempo” que hacía, o arañando algunos minutos al reloj antes de volver a casa:
Lo mejor de ese tramo, era recorrerlo con carrerilla tomado desde la pista que bajaba de la cota superior, y puesto que esta zona de debutantes estaba vacía, te lo podías permitir sin peligro.
La parte alta de la estación, era otra historia, la niebla se volvía mucho más densa, y la nevada era más fuerte y copiosa, y con las gafas se veía muy mal, y sin ellas, era un poco molesto.
Eso sí, la principal ventaja, era la nieve recién caída, que si nos olvidábamos de todo lo demás, era una gozada esquiarla hundido varios cm en la nieve.
La niebla era tan densa, y el tiempo tan malo, que aunque las pistas eran buenas e interesantes, las fotos tenían poco sentido y poco os puedo mostrar de arriba. Bastante despoblado de árboles, la fuerte niebla, la escasa señalización de pistas, y las similares condiciones de la nieve en todos los puntos, hacían difícil seguir las pistas, y algún traspiés me supuso por ligeras diferencias de nivel que no pude ver.
Es una pena, pero por lo lejos y lo caro que suponía el viaje, no pude volver y me quedé con muchas ganas de conocer esta estación; con buen tiempo, debe tener unos alrededores increíbles, pues, al final, aunque terminé probando casi todas las pistas, me tuve que terminar limitando a la zona baja de la estación cubierta por la telecabina.
Pero una vez cerrada la estación, no sólo se había pasado el día nevando en las cotas altas, sino también en todo el camino entre la estación y Spittal/Drau, más de 110km continuos nevando, el viaje de vuelta se demoró más de lo habitual, pero mereció la pena:
En el aparcamiento no se distinguía dónde acaba la estación y dónde empezaba el estacionamiento:
Y el camino de vuelta, lo difícil era creer la confianza del conductor por una carretera que no existía:
El único viaje de vuelta en el que, la sonrisa que se dibujó en mi cara, y mis ganas de verlo todo, me impidieron poder echarme mi habitual siesta espontánea de regreso a casa.
Para coger el tren de vuelta desde Lienz, y que el paisaje blanco no cambiase en los 71 km, y llegar a Spittal/Drau, bajar del tren, y encontrarme el pueblo así:
Y cuidado con las bicis, a ver si un día como éste la aparcáis al entrar a trabajar, y cuando salís, ya no la encontráis!
Al resto de las estaciones de Osttirol no pude acercarme, por que no llegaba el transporte público para todo, y aunque no lo haya parecido, tampoco el dinero ni el tiempo.
Y con esta foto me despido, esta ha sido mi serie de reportajes sobre Carintia y vecinos, y una parte muy importante de lo que mi año por esas tierras pudo dar de sí. Espero que hayáis disfrutado leyendo, tanto como yo contándooslo. Un auténtico placer compartir esta pequeña aventura con toda la comunidad de nevasport, espero que podáis tener un hueco para un joven locamente apasionado por la nieve.
Os recomiendo una visita sin dudarlo, en invierno o en verano, tanto a Carintia como a Osttirol. Yo nunca pensé que podía tener guardada tanta pasión por el esquí, la nieve, y las montañas, y es que esta región no es para menos, al alcance de todos los gustos, deportes, pasiones, y bolsillos.
Espero poder compartir con vosotros alguna próxima aventura.
Mil gracias por vuestras lecturas y comentarios.
Permitidme que me despida con la foto que, meses después, me sigue manteniendo viva esa pasión por Carintia y sus montañas, y, sobretodo, con la montaña que protagonista!
Y, como en el resto de mis reportajes:
¡Hasta la próxima!
jhysmaely