Tras los problemas con los “neumáticos de invierno” el día anterior, optamos por ir a Lech. Ni siquiera pudimos llegar, al final tuvimos que dejar la furgoneta en St. Anton e ir hasta Lech en Bus. La nieve era exquisita, y a ratos teníamos suerte con el sol
Caras de felicidad en toda la “tropa”… al fondo George intentando que le sacásemos una foto con el helicóptero
Como de costumbre, apurando hasta el último momento por la zona de Oberlech. Seguíamos abriendo huellas.
Última bajada, el gulasch nos esperaba, así como un merecido relax en la piscina de St Anton.
En vista de que el día amaneció despejado, nos pegamos la excursión hasta Davos. El camino nos dejaba estampas imborrables en la retina
Había muuuucha nieve a los lados de la carretera
El camino a Davos, una maravilla para la vista(excepto para el que conducía…)
Tras salir del tren que cruza la montaña, divisamos Klosters
Llegamos, parking semivacío (de coches, porque de nieve estaba lleno, jejeje)
La gente estaba ya con ganas de marcha
Subimos en el tren hasta la estación. Aquí vemos a Pepelu y a Xabi, La pierna de Bike y la mano de George
Y el resto de la expedición, Gorka, Jairo y Doctor-X
La estación no tenía muchos remontes abiertos, pero con pistas de más de 3 km y montones de nieve polvo a nuestra disposición, a quién le importaba??? Además pudimos disfrutar de los entrenamientos de varios equipos, como el de Liechtenstein, Bulgaria y los equipos inferiores de Suiza, entre otros.
Vistas impresionantes…
Buscando nieve sin pisar, después de una buena pateada se abría ante mí una palita lista para ser bajada
La recompensa al esfuerzo: poder dejar tu firma en la montaña
Pepelu también quería firmar!
Desde luego, uno de los valles más bonitos que he visto
El pueblo desde más cerca
Una vez más, acabando la jornada de esquí casi al anochecr…