En medio de nuestras vacaciones a la Argentina nos fuimos cinco días a la provincia de Mendoza para, además de visitar sus excelentes bodegas y recorrer la ciudad, dedicar unas jornadas a esquiar. A la semana de llegar desde España, nos tomamos un espectacular bus nocturno (190 pesos, 40 euros por trayecto), con todo y cama, que nos dejó en la ciudad de Mendoza, a unos 1.090 kilómetros de Buenos Aires.
Allí elegimos la estación de Los Penitentes, a 175 kilómetros de Mendoza y solamente 20 kilómetros de la frontera con Chile. Se llega a través de la Ruta 7:
Se trata de una pequeña estación situada en la Cordillera de los Andes, a sólo unos kilómetros del mítico Aconcagua (6.962 m). Las pistas se encuentran al pie de la pequeña población, a 2.580 m:
Tan sólo dos telesillas y un telesquí que, sin embargo, dan acceso a un enorme dominio esquiable, con varios fuera de pistas vertiginosos. Esquiamos el martes y el miércoles 22 y 23 de julio de 2008, sin apenas nadie en las pistas:
El cerro de Los Penitentes, que da nombre al complejo y que se ve perfectamente desde las pistas, es impresionante:
La nieve estaba justita puesto que no llevan un buen invierno este año en la Argentina. Tuvimos suerte que una ligera nevada nocturna dejó las pistas en mejor estado. Perfectas para un equipo catalán de esquí alpino que llevaba diez días entrenando en la estación y mediocres para un grupo de surferos navarros, que buscaban nieve en polvo:
El forfait diario costaba 140 pesos (30 euros) y alquilar un equipo completo de carving salía por 80 pesos (16 euros). ¡Precios casi europeos! En esta fotografía se puede apreciar el pueblito, abajo del todo:
Una habitación doble en una hosteria u hotel (algo parecido a un dos estrellas) cuesta en torno a los 300/400 pesos por noche (60/80 euros). En la única cafetería de pistas, la bebida y el café a precios pirenaicos. ¡Y eso que Penitentes es infinitamente más barata que Las Leñas o Cerro Catedral! Ahí esta Nat, antes del descenso:
En resumen, pequeña estación con unos excelentes descensos, especialmente fuera de pistas y, por ello, orientada sobre todo para expertos. Lo más destacable es el hecho de esquiar a unos pasos del Aconcagua y en una Cordillera, Los Andes, donde nuestros Pirineos se perderían en cualquier rincón. Prometo movilizar a mis amigos traveseros y, para la próxima, venirnos con el equipo de esquí de montaña a foquear por estas impresionantes montañas.
Saludos al foro de Alon y Nat:
